El subsecretario interino de Política Fronteriza e Inmigración del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, Blas Núñez-Neto, informó que Ecuador es uno de los países que registra más vuelos de migrantes expulsados o deportados por tratar de ingresar al país norteamericano en condición ilegal. Aunque no señaló cuántos vuelos de deportación se han efectuado, el funcionario estadounidense mostró la preocupación de los miles de ecuatorianos que realizan trayectos irregulares hacia los Estados Unidos que implican el paso por la selva del Darién.
En la conferencia de prensa, Núñez-Neto se refirió al más reciente suceso ocurrido en Panamá, cuando un bus que trasladaba migrantes se accidentó. En ese colectivo se trasladaban 66 migrantes, la mayoría (22) eran ecuatorianos. Según la información de la Cancillería, dos connacionales se encuentran en estado crítico. Aunque se conoce que como resultado del accidente hay varios migrantes fallecidos, aún no se ha confirmado si entre ellos hay ecuatorianos.
Las autoridades migratorias de Panamá han indicado que después de los haitianos, los migrantes que más cruzan por la Selva del Darién son ecuatorianos. El Darién es una jungla ubicada entre el noreste de Colombia y el suroeste de Panamá. Tiene 575.000 hectáreas y aunque es Patrimonio de la Humanidad desde 1981, la migración riesgosa, las mafias que operan allí y los animales de la zona, la han convertido en uno de los puntos más peligrosos para los viajeros de varias nacionalidades que buscan llegar a los Estados Unidos.
En octubre del año pasado, las autoridades ecuatorianas, en conversación con Infobae, mostraron su preocupación por el incremento de migrantes que emprenden trayectos irregulares y riesgosos. Una de las alarmas es que el número de grupos familiares que optan por esta migración cada vez llevan a más niños y mujeres embarazadas.
Los migrantes que cruzan por el Darién emprenden un viaje que toma meses y que los obliga a cruzar cerca de siete países para intentar ingresar a los Estados Unidos. Los viajeros abandonan Ecuador por la frontera norte y atraviesan el Puente Rumichaca hacia Colombia. Luego recorren el país de sur a norte hasta Necoclí, donde toman lanchas para cruzar a Panamá e iniciar la caminata por el Darién.
Además de sufrir mordeduras o picaduras que puedan causar enfermedades –como la de una menor ecuatoriana que sufrió una mordedura que no fue atendida y cuya pierna se gangrenó y tuvo que ser amputada–; la deshidratación, la falta de alimentos y el agua contaminada suelen ser causantes de enfermedades que afectan a los migrantes, que deben seguir caminando en un clima húmedo sin recibir ningún tipo de atención.
Pero eso no es todo, de acuerdo con la Cruz Roja de Panamá, un aproximado de 15 de cada 100 migrantes sufren abusos sexuales durante su paso por la selva. Entre abril de 2021 y agosto de 2022, Médicos Sin Fronteras ha documentado 400 casos de agresiones sexuales a migrantes en el Darién.
Así como sucede con las mujeres que se suben a La Bestia, el tren de carga que es utilizado por los migrantes para atravesar México, hay registro de que algunas de las mujeres y adolescentes que cruzan el Darién utilizan parches anticonceptivos porque temen resultar embarazadas como producto de una violación. Es decir que se preparan para enfrentar un acto atroz.
A esto se suman las mafias del narcotráfico, de grupos armados y de trata de personas que operan en esa selva y que suelen atacar a los migrantes y robarles sus provisiones.
Pero no solo el Darién es riesgoso. En realidad, toda la ruta hasta Estados Unidos tiene diversos peligros que ponen en una situación de vulnerabilidad a los migrantes. El hacinamiento en bodegas de paso, las vulneraciones a los derechos humanos, los asaltos o el abandono en zonas inhóspitas como el desierto de Texas donde las temperaturas durante el día pueden sobrepasar los 40 grados centígrados.
En un reciente reportaje televisado realizado por la periodista Bessy Granja de Ecuavisa, los migrantes ecuatorianos que cruzan el Darién señalaron que una de las razones para abandonar Ecuador y viajar con toda su familia, incluyendo a niños y adolescentes, son las constantes extorsiones que han sufrido.
En Ecuador, miembros de bandas criminales extorsionan a los ciudadanos y les exigen dinero a cambio de seguridad y paz. Los cobros, que popularmente se conocen como “vacunas”, pueden iniciar en USD 1 diario y ascender a cientos o miles de dólares. Un migrante dijo a Ecuavisa que a él le exigieron USD 5.000 y no tenía los medios para pagar.
Quien no paga recibe represalias que incluyen la destrucción de los negocios, el asesinato de ellos o su familia, entre otros tipos de tortura.
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