La ONU se manifestó este jueves “alarmada” por el retiro de nacionalidad a decenas de personas críticas con el régimen de Daniel Ortega en Nicaragua, reclamó que se respeten sus derechos humanos y dijo estar lista para ayudar con el estatus de los expulsados.
El portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, expresó la “alarma” del secretario general, António Guterres, por la “decisión del Gobierno de Nicaragua de despojar a 94 personas de sus derechos políticos y civiles” el miércoles, como ya hizo con los 222 presos políticos excarcelados y expulsados la semana pasada.
Los 94 nicaragüenses -defensores de derechos humanos, sacerdotes, ambientalistas, disidentes sandinistas, estudiantes, empresarios y comerciantes, entre otros- han sido también despojados del derecho a la propiedad, acusados de delitos contra el Gobierno y declarados prófugos de la Justicia.
La ONU reivindicó el derecho a la nacionalidad recogido en la Declaración universal de los Derechos Humanos y dijo que “nadie debería ser despojado de ella arbitrariamente”, además de condenar la “persecución o represalia contra defensores de los derechos humanos o personas críticas” con el Gobierno.
En la última semana, 317 nicaragüenses fueron despojados de su nacionalidad, incluido el obispo Rolando Álvarez, condenado a más de 26 años de prisión tras negarse a ser desterrado por el Gobierno del presidente Daniel Ortega junto a 222 presos políticos excarcelados y expulsados hacia Estados Unidos el 9 de febrero.
Preguntado por si la ONU ha estado en contacto con países abiertos a ofrecer la ciudadanía a los afectados, como hizo España con los 222 nicaragüenses expulsados a principios de mes, el portavoz dijo no tener constancia pero aseguró que la organización está lista para “dialogar, si resulta útil”, respecto a su estatus.
Repudio internacional
El principal encargado del Departamento de Estado de EEUU para Latinoamérica, Brian Nichols, condenó este miércoles el retiro de la nacionalidad de otros 94 nicaragüenses, entre ellos a los escritores Sergio Ramírez y Gioconda Belli, así como al obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez.
“Condenamos las acciones de hoy del gobierno de Nicaragua de quitarle la nacionalidad a otros 94 ciudadanos nicaragüenses”, indicó el secretario adjunto de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, en un mensaje. En el mensaje, enviado a los periodistas por la oficina de prensa de la embajada de EEUU en Nicaragua, Nichols advirtió que “este acto deplorable aleja más a los nicaragüenses de la democracia que se merecen”.
Por su parte, la Unión Europea reclamó este jueves al régimen de Ortega que dé marcha atrás en la decisión “injustificable” de retirar la nacionalidad a esos disidentes.
En un comunicado, la diplomacia europea señala que esta decisión “constituye una violación de sus derechos fundamentales y es una violación del Derecho internacional” y tras tachar de “injustificable” este paso, avisa de que estas acciones corren el riesgo de “profundizar el aislamiento internacional de Nicaragua”.
“La UE hace un llamamiento a las autoridades nicaragüenses para que reviertan de inmediato estos pasos y cesen la persecución y las represalias contra los disidentes y los defensores de los Derechos Humanos”, insistió el comunicado.
(Con información de EFE)
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