A dos años del crimen de Tomasito, el caso que conmovió a Chile y todavía es un misterio impune

En febrero de 2021. Tomás Bravo de 3 años desapareció en Caripilun, al sur del país. Apareció muerto una semana después en una zanja cercana a su hogar con signos de haber sido asesinado

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El crimen, a dos años
El crimen, a dos años de su cometido, no tiene culpables.

El crimen sin resolver de Tomás Bravo, un menor de tres años que se extravió por nueve días y que posteriormente fue encontrado sin vida en las cercanías de su hogar, en el sector de Caripilún, en la región del Biobío, sigue generado impacto y estupor en Chile, a casi dos años de los fatídicos hechos.

El caso se remonta al 17 de febrero del 2021 cuando el menor desapareció en el sector de Caripilun, en la comuna de Arauco, ubicada al sur de Chile. El niño estaba junto a su tío abuelo, Jorge Escobar, para buscar unos animales en un terreno cercano.

De acuerdo a Escobar, él salió junto con Tomás a buscar terneros y vacas, recorriendo el predio de ‘’la mano’'. No obstante, en un momento en que el hombre tuvo que acarrear los animales, perdió de vista al niño.

Esto provocó un inédito operativo para ir tras la búsqueda de Tomás Bravo. Se instaló un campamento con especialistas en búsqueda, la comunidad se volcó para ir tras el menor, pero nada de esto dio resultado. De este modo, el 26 de febrero Tomás Bravo fue encontrado muerto en una zanja del río Raqui, y el fiscal José Ortiz deslizó la teoría que su muerte no era accidental porque “la manera del hallazgo claramente se trata de intervención de terceros”.

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Rápidamente las miradas apuntaron en contra de Escobar, quien fue detenido. Sin embargo, el caso daría un giro inédito en marzo de 2021 cuando fue liberado porque no existían “elementos incriminatorios o evidencias que hayan sido recogidas (o encontradas) en las vestimentas del imputado, al interior de su vehículo o en su domicilio que lo puedan vincular con el asesinato”.

Su liberación, en tanto, provocó que el caso cayera en una espiral de teorías, pesquisas y trámites que aún no se terminan. El 14 de octubre de 2021 un tribunal añadió tres meses más a la investigación a la espera de resultados de diligencias encargadas al extranjero, como un peritaje de pruebas con material genético a la Universidad de Santiago de Compostela, en España. Esta es la tercera vez que se amplía la indagatoria.

En diciembre de 2022, las autoridades judiciales chilenas recibieron los resultados de un peritaje extranjero, que al parecer arrojó resultados diferentes a la autopsia que efectuó el Servicio Médico Legal, que señaló que la muerte del menor se produjo por un cuadro de hipotermia e inanición. En ese sentido, es importante señalar que es un caso que aún no tiene responsables, esto fue concedido por la jueza Ingrid Hernández Román luego de la última resolución, vale decir, una extensión de las labores investigativas por un plazo de 30 días, el cual finalizaría el 27 de febrero, según precisó la fiscal Marcela Cartagena, quien realizó esta solicitud por última vez.

Por otro lado, la madre del menor, Estefanía Gutiérrez, realizó una desgarradora y emotiva publicación, donde recordó la trágica desaparición y muerte de su hijo: “Querido hijo, ayer se sumó otro mes sin ti… Un año y 11 meses desde que nos dieron el peor aviso, que partió mi corazón en dos, de que no volvería nunca más a verte con vida”, comienza por escribir la mujer en sus redes sociales.

‘‘Otro día más teniendo que tratar de sostenerme en una vida miserable, llena de maldad y de hipocresía. Ha sido tan difícil esta lucha, hijo, y no sé por qué… Casi dos años con muchos más contras que a favor… Teniendo que lidiar con un millón de cosas, solo por pedir algo tan justo para ti, que es obtener ‘justicia’, pero hasta eso ha sido tan despreciable con nosotros’', sostuvo Estefanía Hernández.

La falta de justicia y de una idea clara de lo que pasó con Tomás Bravo despierta en la familia un sentimiento de desesperación y angustia. “Estamos desesperadas, es una angustia que día a día crece más y sin respuestas es peor. Necesitamos respuestas concretas y transparentes, pruebas científicas concluyentes, que no sean por hipótesis, por estadísticas o porque les pareció”, declaró la familia del pequeño Tomás Bravo.

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