Mientras crece la preocupación de la comunidad internacional por la persecución a la Iglesia nicaragüense, en Bolivia la oposición denuncia que el gobierno de Luis Arce está tomando el mismo camino que el dictador Daniel Ortega.
Los ex presidentes Carlos Mesa (2003-2005) y Jorge “Tuto” Quiroga (2001-2002) criticaron este domingo la solicitud de la Procuraduría General del Estado (PGE) a la Fiscalía para investigar a algunos obispos católicos por los hechos de la crisis política de 2019.
Ambos ex mandatarios reaccionaron a un memorial, que presentó la entidad estatal el pasado 30 de enero, en el que se hace la solicitud al Ministerio Público de llamar a declarar en el caso “golpe de Estado I” a varios integrantes de la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB).
En un mensaje en Twitter, Mesa sostiene que el gobernante Movimiento al Socialismo (MAS), partido del presidente Luis Arce y el ex mandatario Evo Morales, está “emulando” al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega.
“El MAS ahora busca perseguir a Obispos que defienden la democracia y los DDHH. La persecución política en su más cruda ejecución”, manifestó Mesa, que también es líder del principal partido de oposición en el Parlamento, Comunidad Ciudadana (CC).
Por su parte, Quiroga dijo en la misma red social que el presidente “Arce se ‘Orteguiza’ al intentar crucificar a Obispos, a los que el MAS pidió mediación el 2019″ y pidió al papa Francisco “pronunciarse sobre la persecución de Iglesia en Bolivia”.
El caso “golpe de Estado I”, presentado por una ex diputada oficialista a fines de 2020, se basa en la acusación por terrorismo.
Por esa figura se procesa por la vía ordinaria a la ex presidenta interna Jeanine Áñez y al líder opositor además de Gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, ambos detenidos en cárceles bolivianas.
En varias ocasiones, la Iglesia católica remarcó su rol de mediación durante la crisis política y social de 2019 que derivó en la renuncia del entonces presidente Evo Morales y la institución de un Gobierno transitorio a la cabeza de Áñez.
En 2021 la CEB entregó al papa Francisco una memoria sobre el rol de la Iglesia católica entre octubre de 2019 y enero de 2020 en la que “rechazó toda acusación” de su labor que se relacione con “un supuesto golpe de Estado” a Morales.
Esta jornada, el periódico El Deber de Santa Cruz publicó algunos fragmentos de la solicitud a la Fiscalía para que declaren los que en 2019 fueron vicepresidente de la CEB, Ricardo Centellas, el secretario Episcopal, Aurelio Pesoa, y el ex obispo auxiliar de El Alto, Giovani Arana, entre otros.
El rol de los líderes de la Iglesia católica ha sido cuestionada por el oficialismo principalmente por una reunión en la Universidad Católica en La Paz en la que varios líderes políticos, incluidos entonces miembros del MAS, trataron el tema de la sucesión presidencial.
Para el Gobierno los hechos de 2019 fueron un “golpe de Estado” contra Morales, mientras que para la oposición las protestas sociales se debieron a un fraude electoral para favorecer a que Morales acceda a un cuarto mandato consecutivo.
La relación entre la Iglesia católica y el Gobierno fue tensa por las críticas de la entidad religiosa al Gobierno de Morales y que ha vuelto aún más distante en la administración del presidente Luis Arce debido a los hechos de 2019.
Con información de EFE
Seguir leyendo: