El cardenal de Nicaragua pidió reconciliación ante las leyes que “se han ido desvirtuando” y posibilitaron el destierro de 222 opositores

“Si hoy tenemos situaciones totalmente distintas al pensamiento de Dios: el perdón, reconcíliate con tu hermano”, declaró Leopoldo Brenes en una misa tras la decisión del régimen sandinista de expulsar del país a cientos de presos políticos

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En la imagen, el cardenal de Nicaragua, Leopoldo Brenes. EFE/Jorge Torres/Archivo
En la imagen, el cardenal de Nicaragua, Leopoldo Brenes. EFE/Jorge Torres/Archivo

El cardenal de Nicaragua, Leopoldo Brenes, pidió este domingo perdón y reconciliación ante las leyes que se desvirtúan, dos días después de que el régimen de Daniel Ortega publicara una reforma a la Constitución para despojar de la nacionalidad a los opositores sentenciados por delitos considerados “traición a la patria”.

“Si las leyes se han ido desvirtuando, si hoy tenemos situaciones totalmente distintas al pensamiento de Dios, el Señor nos llama a eso, y qué hermoso ¿verdad?: El perdón, reconcíliate con tu hermano”, dijo el purpurado, durante la misa dominical celebrada en la Catedral de Managua y que fue transmitida en redes sociales.

La decisión de la reforma constitucional fue anunciada por el presidente Daniel Ortega el jueves pasado, luego de que su Gobierno expulsó hacia Estados Unidos a 222 nicaragüenses críticos de su administración y considerados presos políticos, que llevaban encarcelados entre 1.680 y 29 días, por delitos considerados “traición a la patria”.

Brenes apeló al evangelio del día (Mateo: 5: 17-37), para cuestionar sobre el trasfondo de las leyes en una sociedad desde el punto de vista cristiano. “Una frase tan bonita que nos decía el Señor al comienzo es: Yo no he venido a anular la ley, sino a darle el cumplimiento, pero, ¿dónde está el cumplimiento de la ley que el Señor nos propone, sino de una actitud de un cambio total?”, señaló el religioso.

Según el Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas de Nicaragua, cuyos datos son avalados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), tras la excarcelación de 222 capturados en el marco de la crisis sociopolítica local, todavía quedan 39 presos políticos, incluyendo el obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, ambas en el norte de Nicaragua, Rolando Álvarez.

Activists hold up signs with the names of some of the more than 200 political prisoners released from Nicaragua, as they await their arrival at Dulles International Airport in Virginia outside Washington, U.S., February 9, 2023. REUTERS/Kevin Lamarque
Activists hold up signs with the names of some of the more than 200 political prisoners released from Nicaragua, as they await their arrival at Dulles International Airport in Virginia outside Washington, U.S., February 9, 2023. REUTERS/Kevin Lamarque

IGLESIA CONTRA CORRIENTE

El cardenal mantuvo su silencio sobre el caso de Álvarez que, tras negarse a ser expulsado de su país el jueves, fue condenado a 26 años de prisión, despojado de su ciudadanía y trasladado de su arresto domiciliario a la cárcel conocida como La Modelo, el mayor centro penitenciario de Nicaragua.

Quien sí hizo referencia al obispo fue el papa Francisco, desde el Vaticano. “No puedo dejar de recordar con preocupación al obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, a quien tanto quiero, condenado a 26 años de cárcel, y también a las personas que han sido deportadas a los Estados Unidos, rezo por ellos y por todos los que sufren en esa querida nación y les pido sus oraciones”, dijo Francisco, frente a una multitud reunida en la Plaza de San Pedro para la bendición dominical.

Brenes, quien ya advirtió que la iglesia católica es perseguida en Nicaragua, y que ha sido criticado por los opositores debido a su silencio sobre algunos ataques contra templos y religiosos sufridos en los últimos años, afirmó que la institución no siempre tiene un camino fácil.

“Muchas veces la Iglesia puede ir navegando contra corriente, porque ¿cuál es el pensamiento del mundo? Puede ser la violencia, puede ser la guerra”, sostuvo el cardenal de Nicaragua, un país cuyo presidente mostró su apoyo a la invasión de Rusia en Ucrania.

Foto de archivo: El Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño denunció que la Policía de Nicaragua extrajo "con violencia" de su residencia al obispo Rolando Álvarez, en donde había permanecido retenido dos semanas, investigado por "desestabilizar" el país (AFP)
Foto de archivo: El Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño denunció que la Policía de Nicaragua extrajo "con violencia" de su residencia al obispo Rolando Álvarez, en donde había permanecido retenido dos semanas, investigado por "desestabilizar" el país (AFP)

Las relaciones entre la iglesia católica y Ortega nunca han sido cercanas. En 2018, el Gobierno sandinista expulsó de Nicaragua a un sacerdote colombiano y uno salvadoreño. En 2022, el turno fue para el nuncio apostólico Waldemar Stanislaw Sommertag y 18 monjas de la orden Misioneras de la Caridad, fundada por la Madre Teresa de Calcuta.

El año pasado también cerró 9 estaciones de radio católicas y sacado de la programación de la televisión por suscripción a 3 canales católicos, aparte de impedir procesiones y romerías.

La comunidad católica representa un 58,5% de los 6,6 millones de habitantes de Nicaragua, según el último censo nacional.

CELEBRACIÓN SANDINISTA

Por otra parte, varios miles de personas marcharon este sábado en Nicaragua para mostrar su apoyo a la decisión del presidente Daniel Ortega de excarcelar y expulsar a Estados Unidos a 222 opositores, acusados de “traidores a la patria”.

La marcha oficialista discurrió por las principales calles de Managua, donde los participantes, con banderas de Nicaragua, Venezuela, Cuba y el oficialista Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), corearon consignas a favor del gobierno y en contra de los opositores.

Simpatizantes llevan pancartas del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y un retrato del presidente Daniel Ortega, mientras participan en una marcha progubernamental en Managua, Nicaragua, el 11 de febrero de 2023 (REUTERS/Stringer)
Simpatizantes llevan pancartas del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y un retrato del presidente Daniel Ortega, mientras participan en una marcha progubernamental en Managua, Nicaragua, el 11 de febrero de 2023 (REUTERS/Stringer)

Algunos llevaron incluso globos con forma de avión, en referencia al medio usado para trasladar a los opositores a Washington. La expulsión de los 222 se llevó a cabo el jueves 9 de febrero.

“Estamos marchando en celebración de la deportación de todos los delincuentes que estaban detenidos, personas golpistas, que lo que estaban haciendo aquí más bien es dañando la imagen nicaragüense”, dijo a la AFP un manifestante identificado como Walter Martínez. Ortega es “un presidente democrático”, agregó.

“Estamos celebrando la paz, porque en Nicaragua queremos vivir en paz, por eso el comandante (Ortega) tomó la estrategia de mandar a estos ladrones a su patria, los Estados Unidos, porque aquí no los queremos”, indicó a la AFP Rosa Arauz, otra de las manifestantes.

Al final de la marcha, hubo un espectáculo musical, donde se interpretó una canción donde se calificaba a los opositores desterrados de “golpistas”, “traidores” y “asesinos”.

Simpatizantes portan pancartas del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en Managua este sábado (REUTERS/Stringer)
Simpatizantes portan pancartas del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en Managua este sábado (REUTERS/Stringer)

Entre los liberados y expulsados del país esta semana hay ex aspirantes presidenciales, periodistas, ex comandantes guerrilleros sandinistas, ex ministros y ex diplomáticos.

El obispo Rolando Álvarez fue condenado a 26 años de prisión un día después de que rechazara irse a Estados Unidos con el resto de opositores.

Tanto Álvarez como los opositores liberados fueron privados de sus derechos políticos y despojados de su nacionalidad, en momentos en que Ortega enfrenta presiones debido al creciente autoritarismo de su gobierno.

Centenares de opositores fueron detenidos en Nicaragua en el contexto de la represión que siguió a las protestas que estallaron en 2018 contra Ortega, en el poder desde 2007 y reelegido sucesivamente en comicios cuestionados.

El Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas de Nicaragua informó el sábado que aún hay al menos 39 presos políticos en el país
El Mecanismo para el Reconocimiento de Personas Presas Políticas de Nicaragua informó el sábado que aún hay al menos 39 presos políticos en el país

Algunos nicaragüenses vieron la excarcelación de los opositores como una señal de buena voluntad hacia Estados Unidos, que ha impuesto sanciones a Managua.

El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, elogió la liberación y dijo que podría abrir el camino para el diálogo con Ortega.

“Los traidores vende patrias se fueron para sus amos del norte... !Qué viva Daniel (Ortega) y que viva (la vicepresidenta) Rosario (Murillo)!”, señaló a la AFP el manifestante Jairo Tablada, con gafas de sol y un pañuelo en la cabeza rojo y negro, los colores del Frente Sandinista.

Con información de AFP y EFE

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