Los presos políticos de Nicaragua expulsados por Ortega a EEUU presentan secuelas emocionales y psicológicas

La ONG Comisión Permanente de Derechos Humanos indicó que muchos de ellos tienen problemas para conciliar el sueño y otros están durmiendo en el suelo porque no se sienten capaces de acostarse en una cama

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Advierten que los presos políticos de Nicaragua expulsados a EEUU presentan secuelas emocionales y psicológicas. (REUTERS)
Advierten que los presos políticos de Nicaragua expulsados a EEUU presentan secuelas emocionales y psicológicas. (REUTERS)

La Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) denunció este sábado que muchos de los 222 nicaragüenses excarcelados y expulsados de su país hacia Estados Unidos el pasado jueves por la dictadura de Daniel Ortega sufren secuelas emocionales y psicológicas.

Hay secuelas, muchos de ellos tienen problemas para conciliar el sueño, han perdido su sueño natural, les cuesta. Otros están durmiendo en el suelo, todavía no se sienten para acostarse en una cama”, dijo a la agencia de noticias EFE en una entrevista telefónica el secretario ejecutivo de la organización no gubernamental, Marcos Carmona.

Los 222 excarcelados y expulsados, considerados presos políticos por haber sido capturados en el marco de la crisis sociopolítica que atraviesa Nicaragua desde 2018, llevaban en prisión entre 4 años y 3 meses.

Algunos de ellos se habían declarado víctimas de torturas como permanecer totalmente a oscuras las 24 horas del día, o bajo luces encendidas, carecer de colchones, tener prohibido recibir cobijas y almohadas y otros malos tratos.

Carmona afirmó que la CPDH ya se ha puesto en contacto con organizaciones de la sociedad civil de Estados Unidos para otorgar atención psicológica a los excarcelados y así “contribuir en el aspecto emocional”.

Los 222 excarcelados y expulsados, considerados presos políticos por haber sido capturados en el marco de la crisis sociopolítica que atraviesa Nicaragua desde 2018, llevaban en prisión entre 4 años y 3 meses. (AP)
Los 222 excarcelados y expulsados, considerados presos políticos por haber sido capturados en el marco de la crisis sociopolítica que atraviesa Nicaragua desde 2018, llevaban en prisión entre 4 años y 3 meses. (AP)

Los 222 excarcelados fueron enviados sorpresivamente a Estados Unidos, donde algunos han podido reunirse con sus familiares, mientras que otros aterrizaron en un país donde no tienen a nadie.

El grupo tampoco puede regresar a Nicaragua porque la dictadura sandinista los despojó de su ciudadanía con el alegato de que cometieron “traición a la patria”.

La crisis de Nicaragua se acentuó tras las controvertidas elecciones generales del 7 de noviembre de 2021, en las que Ortega fue reelegido para un quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo junto con su esposa, Rosario Murillo, con sus principales contendientes en prisión o en el exilio.

El viernes, el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, anunció haber hablado con su homólogo nicaragüense Denis Moncada sobre “la importancia del diálogo constructivo”.

“Después de la liberación de 222 presos políticos nicaragüenses, hablé con el ministro de Relaciones Exteriores nicaragüense (Denis) Moncada sobre la importancia del diálogo constructivo para construir un futuro mejor para el pueblo nicaragüense”, afirmó Blinken en su cuenta de Twitter.

Estados Unidos afirmó que la excarcelación fue una decisión “unilateral” de Daniel Ortega y que Washington se limitó a “facilitar el transporte de esas personas una vez liberadas”.

Los 222 excarcelados fueron enviados sorpresivamente a Estados Unidos, donde algunos han podido reunirse con sus familiares, mientras que otros aterrizaron en un país donde no tienen a nadie.
Los 222 excarcelados fueron enviados sorpresivamente a Estados Unidos, donde algunos han podido reunirse con sus familiares, mientras que otros aterrizaron en un país donde no tienen a nadie.

Todos ellos tuvieron que firmar un documento diciendo que accedían a viajar “voluntariamente”. Dos se negaron, entre ellos el obispo Rolando Álvarez, condenado este viernes a 26 años de prisión.

Los opositores pueden permanecer en Estados Unidos por razones humanitarias durante dos años y recibirán asistencia médica y legal.

El mismo jueves, Washington calificó de “positiva y bienvenida” la decisión de Managua y añadió que se mantiene “firme en alentar pasos adicionales” para “restaurar las libertades civiles y la democracia para el pueblo nicaragüense”.

Los opositores liberados fueron privados de sus derechos políticos, despojados de su nacionalidad y “deportados” a Estados Unidos en momentos en que Ortega se ve sometido a presiones debido al creciente autoritarismo de su régimen.

(Con información de EFE y AFP)

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