El dictador Daniel Ortega calificó como “soberbia” la actitud del obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, quien no aceptó montarse en el avión en el que el régimen de Daniel Ortega envió al destierro 222 presos políticos y que este jueves llegaron al aeropuerto de Dulles, Washington, Estados Unidos.
“Yo no sé que piensa este señor. Dijo que él no acata una resolución de un Tribunal de Justicia”, afirmó Ortega la tarde del jueves en cadena de radio y televisión en la que informó que el obispo fue enviado a la Cárcel Modelo, del Sistema Penitenciario nicaragüense, como represalia a su negativa a aceptar la expulsión de su país.
“A La Modelo llegó que era un energúmeno. No puede tener el coraje de Cristo que aguantó los azotes y soportó la crucifixión”, ironizó sobre el religioso de quien dijo “es un desquiciado”.
Monseñor Álvarez fue apresado el 19 de agosto de 2022, cuando la policía nicaragüense allanó su residencia episcopal en Matagalpa, y lo trasladó a Managua a “resguardo domiciliar”, una figura que no existe en la legislación nicaragüense.
Después de más de 100 días de su captura, la Fiscalía lo acusó de “traición a la patria” y “propagación de noticias falsas”, dos delitos que el régimen de Ortega creó para encarcelar opositores.
Su juicio está programado para el próximo 15 de febrero. El equipo que trabajaba junto a Álvarez, compuesto por cuatro sacerdotes, dos seminaristas y un camarógrafo, fue condenado el pasado 5 de febrero a 10 años de prisión.
Los siete miembros de este equipo fueron desterrados en el grupo de 222 presos políticos que llegaron a Washington.
El Mecanismo de reconocimiento de personas presas políticas registraba hasta el 31 de enero 245 presos políticos, y este jueves publicó la lista de 38 presos que no se incluyeron en la excarcelación que decidió el régimen nicaragüense.
Según Ortega, la lista original de excarcelados era de 228 personas. Estados Unidos no aceptó recibir a cuatro de ellos y dos más, uno de ellos monseñor Álvarez, se negaron a montarse en el avión. “Estados Unidos puso como condición que los deportados debían subirse voluntariamente”, explicó el dictador y añadió que por esa razón no fueron “montados a la fuerza, esposados, como se hace con los deportados”.
Los sacerdotes Manuel Salvador García y monseñor José Leonardo Urbina, condenados bajo cargos de delitos comunes, tampoco aparecen en el listado de los excarcelados.
En el vuelo a Estados Unidos fueron embarcados el antiguo vocero de la Corte Suprema de Justicia, Roberto Larios, y el militante sandinista Marlon Sáenz, conocido como El Chino Enoc, dos férreos defensores del régimen de Ortega caídos en desgracia y encarcelados.
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