La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) urgió al gobierno del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva a revertir la crisis humanitaria del pueblo indígena Yanomami, en la selva amazónica, causada durante el mandato de su antecesor, Jair Bolsonaro.
En un comunicado, el organismo expresó su “consternación por la grave crisis humanitaria” que ha provocado la muerte de 570 niños yanomamis e hizo un llamado al Estado brasileño para que garantice “la supervivencia de esa población”.
La semana pasada, el gobierno de Lula da Silva ordenó la retirada de los mineros ilegales de la tierra Yanomami, el mayor territorio indígena del país, y decretó el estado de emergencia sanitaria por las graves condiciones de desnutrición y de enfermedades en la zona.
La CIDH aseguró que la inseguridad alimentaria del pueblo Yanomami está “directamente relacionada con la discriminación étnico racial” y con la “invasión de los mineros ilegales”, que han afectado las fuentes tradicionales de alimento.
“La minería ilegal también ha contribuido con la propagación de enfermedades contagiosas y el incremento de la violencia intercomunitaria”, dijo el organismo vinculado a la Organización de los Estados Americanos (OEA).
La Comisión dijo que toma nota de la decisión del nuevo Gobierno brasileño de haber decretado el estado de emergencia sanitaria, con lo que más de mil personas indígenas con estado de salud crítico han sido atendidos para evitar su muerte.
Además, reprochó “la omisión” del Ejecutivo anterior de Bolsonaro ante “las múltiples denuncias de protección por parte del pueblo Yanomami”.
La CIDH urgió “al Estado de Brasil a que intensifique sus esfuerzos para reparar y revertir la crisis humanitaria y de derechos humanos que afecta a la población Yanomami”.
Agentes armados de los ministerios de justicia, de los pueblos indígenas y del medio ambiente de Brasil iniciaron la expulsión de miles de mineros ilegales de oro del territorio de los indígenas yanomami, acusándolos de llevar contaminación, hambre y enfermedades a uno de los grupos más aislados del mundo.
Se cree que hay unas 20.000 personas dedicadas a esta actividad, conocidas localmente como garimpeiros, que suelen usar mercurio tóxico para separar el oro.
Unos 30.000 yanomami viven en el territorio indígena más grande de Brasil, que abarca una zona aproximadamente del tamaño de Portugal y cubre partes de los estados de Roraima y Amazonas en el noroeste de la Amazonía brasileña.
El Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables (Ibama), con apoyo de la Fundación Nacional del Indio y la Fuerza Nacional de Seguridad Pública, hallaron un helicóptero, un avión, una bulldozer, así como viviendas y hangares improvisados, y los destruyeron, tal como permite la ley.
También incautaron dos armas de fuego y 5.000 litros de combustible.
El gobierno federal ha declarado una emergencia de salud pública para los yanomami, que padecen desnutrición, malaria y otras enfermedades debido a la minería ilegal.
Según un informe publicado el martes por el Ministerio de Salud, los mineros han invadido cuatro clínicas en territorio yanomami y las han inutilizado. En la ciudad de Boa Vista, donde se ha instalado un centro médico temporal para indígenas hambrientos y enfermos, hay 700 yanomamis, el triple de su capacidad.
(Con información de EFE y The Associated Press)
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