Un hijo de uno de los banqueros más ricos del mundo, el multimillonario libanés-brasileño Joseph Safra, demandó a su madre y a dos hermanos en medio de una disputa por la fortuna de su difunto padre, según una presentación judicial hecha este lunes.
Alberto Safra acusó a los miembros de su familia de diluir a propósito su participación en una sociedad de la cartera del Safra National Bank en un intento de expulsarlo del imperio familiar.
En la demanda, presentada ante el Tribunal Supremo del Estado de Nueva York, Alberto Safra afirma que su madre, Vicky Safra, y sus hermanos Jacob y David Safra habían incurrido en actos de mala conducta empresarial para perjudicar sus intereses en la compañía.
“Debido a los actos ilegales y agresivos cometidos por sus hermanos, Alberto Safra no tuvo más remedio que presentar una demanda ante el Tribunal Supremo de Nueva York para proteger sus derechos”, dijo su representante en un comunicado.
Alberto Safra dimitió del consejo de administración de Banco Safra a finales de 2019 tras una disputa con su hermano menor David. Un año después, el padre de ambos, Joseph Safra, que fue durante muchos años el hombre más rico de Brasil y el banquero más rico del mundo, falleció a los 82 años.
En 2021, Alberto Safra y la familia estuvieron a punto de llegar a un acuerdo sobre el testamento de Joseph Safra para evitar litigios sobre la fortuna, valorada entonces en 15.000 millones de dólares.
En un comunicado, la familia Safra rechazó los reclamos de Alberto y dijo que “lamenta el camino tomado por Alberto, que primero actuó contra su padre en vida y ahora actúa contra su memoria”.
Alberto se retiró de la junta del banco familiar en 2019, debido “exclusivamente a su intención personal de dedicarse a otro proyecto con la familia”, según un memorando enviado por Safra en ese momento. Alberto mantuvo su participación en Grupo J. Safra y creó ASA Investments.
Según la familia, Alberto abandonó el Banco Safra pocos meses después de recibir las donaciones de su padre en previsión de su herencia, sin atender a los llamamientos hechos personalmente por su padre e inició un negocio que competía con el Banco Safra, “habiendo incluso acosado y contratado a varios ejecutivos del Grupo”.
El comunicado de la familia añadía que Joseph Safra había pedido a varios ejecutivos que no se unieran a Alberto y, tras varias negativas de éste a cambiar sus planes, desheredó a su hijo.
La herencia en disputa
Joseph Safra se convirtió en el banquero más rico del mundo al transformar a un banco brasileño en un imperio global multimillonario.
Lo que está en juego es un conglomerado compuesto por Banco Safra SA, Safra National Bank of New York y la suiza J Safra Sarasin, firmas con aproximadamente USD 85.000 millones en activos bancarios. También hay una cartera de bienes raíces de USD 2.300 millones, la cual incluye el Gherkin en Londres y 660 Madison Avenue en Nueva York, una participación en la compañía bananera Chiquita Brands International y una mansión de 130 habitaciones en Sao Paulo.
Una dinastía centenaria
La dinastía Safra tiene sus orígenes en el imperio otomano, cuando financió a operadores de caravanas de camellos, y ha superado crisis mundiales y familiares.
Joseph Safra nació en 1938, en Beirut, Líbano, en un clan bancario judío con raíces en Aleppo, Siria. Su padre, Jacob, trasladó a la familia a Brasil después de la Segunda Guerra Mundial, y el Banco Safra se estableció en 1957. Él y su hermano Moise dirigieron el negocio brasileño, después de que su hermano mayor, Edmond, se separara años antes para construir sus propios bancos en Europa y Nueva York.
Edmond, quien luego vendió el negocio a HSBC Holdings Plc, murió en 1999 como víctima de un incendio provocado en Mónaco.
En Brasil, Joseph y Moise convirtieron el banco en uno de los más grandes de América Latina, atendiendo a las personas más ricas del país y a las empresas más prominentes. El negocio era conocido por su solidez, a pesar de las muchas turbulencias a las que su país de origen lo sometió. Jacob Safra dijo: “Si elige navegar en los mares de la banca, construya su banco como construiría su bote, con la fuerza para navegar de manera segura a través de cualquier tormenta”.
También tuvo errores, incluso en 2009, después de que el grupo fuera vinculado a un fondo alimentador para Bernie Madoff, quien orquestó una pirámide de USD 17.500 millones.
Joseph y Moise se separaron en la década de 2000, cuando una pelea entre los dos llevó a Joseph a crear un banco rival al otro lado de la calle de su familia, J Safra, y comenzó a cazar clientes. Para poner fin a la disputa, Moise vendió su participación en el negocio familiar a Joseph en 2006 por unos USD 2.500 millones y abandonó el banco.
Sus hijos Jacob, David, Alberto y Esther recibieron acciones del principal activo de la familia, Banco Safra, en diciembre de 2020, según un documento regulatorio. Dos de sus hijos ya tienen roles centrales dentro del grupo, con Jacob a cargo del lado internacional de las operaciones, mientras que David supervisa la firma brasileña. La hija de Joseph, Esther, es educadora y nunca estuvo involucrada en el banco.
Los más jóvenes ya están dejando su huella. La unidad brasileña, construida para servir a las empresas más ricas y más grandes del país, se aventuró en la banca minorista este año. En octubre, lanzó AgZero, un banco digital sin sucursales, y reforzó una plataforma de inversión digital bajo la marca SafraInvest. Notoriamente de bajo perfil, el banco ha invertido más en marketing.
También hubo cambios más sutiles. En 2019, David se sentó entre la élite bancaria del país en un almuerzo de fin de año organizado por la federación brasileña de bancos. En ese tipo de eventos, Banco Safra generalmente estaba representado por un ejecutivo de alto rango, no un miembro de la familia: Joseph era increíblemente tímido con los medios, rara vez daba entrevistas y evitaba eventos públicos. La presencia de David fue vista como una muestra de fuerza dentro de la firma.
(Con información de Reuters y Bloomberg)
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