El Gobierno de Chile dispuso este martes la alerta por los incendios sobre la región metropolitana de la capital y las regiones céntricas de Maule y O’Higgins ya que se prevén altas temperaturas para los próximos días. Esto podría no sólo desatar nuevos focos de fuego sino que, también, dificultaría aún más los trabajos que se están realizando en el sur, una de las zonas más arrasadas por el fuego. Allí, inclusive, se cree que es el episodio más devastador en décadas.
“Se instruyó preparar todos los equipos ante la eventualidad y la necesidad de tener que combatir incendios que puedan presentarse y se activan todos los recursos en materia de prevención para fortalecer cortafuegos y la seguridad”, delcaró a los medios el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve.
Las altas temperaturas están previstas hasta el viernes y abarcan desde Valparaíso -en el centro del país- hasta La Araucanía -600 kilómetros al sur de Santiago-. Asimismo, se espera que superen los 35 grados Celsius en las regiones de Maule y Ñuble, ubicadas a 300 y 400 kilómetros al sur de la capital chilena, respectivamente.
Las autoridades describieron como “muy compleja” esta situación que ya se ha consumido más de 290.000 hectáreas y ha dejado un saldo de 26 personas. Sumado a esto, la ministra de Salud, Ximena Aguilera, se refirió al deterioro de la calidad del aire a raíz del humo que se desprendió de los incendios. Apuntó que este problema se registró tanto en Santiago como en zonas al sur y alertó sobre los efectos dañinos que esto puede tener en las personas.
Esta ola de incendios es una de las más fatales que el país ha registrado y hacen de la actual la segunda peor temporada en términos de hectáreas quemadas tras la llamada “tormenta de fuego” que azotó al mayor productor de cobre en 2017. En aquella oportunidad, las llamas calcinaron más de 500.000 hectáreas y dejaron una decena de fallecidos.
Los incendios se desataron a finales de la semana pasada en Ñuble, el Maule, Biobío y La Araucanía, todas regiones situadas en el centro-sur del país. Según precisó Monsalve, hay 169 focos que están bajo control mientras que hay 81 incendios que aún están siendo combatidos y continúan arrasando sobre las viviendas y los damnificados, que ya superan los 3.500.
Los fuertes vientos y la intensa sequía que ha afectado al país durante más de una década ha provocado una rápida propagación de las llamas por lo que, este martes, la columna de incendios llegó a la capital chilena y cubrió su cielo.
A la par, aterrizó en el país el primer envío de ayuda internacional. Así, Chile recibió un avión antiincendios estadounidense Ten Tanker, uno de los más grandes del mundo, y a los brigadistas de la Unidad Militar de Emergencias (UME) del Ejército de España. En las próximas horas, en tanto, se espera el aporte de Colombia y México, que reforzará estas asistencias.
Hasta el momento, el subsecretario aseguró que se han detendio 15 personas sospechadas de ser responsables de iniciar estos incendios. 14 de ellas están señaladas por negligencias en actividades que estaban realizando -como quemar ropa o soldar metal-, mientras que la última aún está siendo investigada por el Ministerio Público.
(Con información de EFE y Reuters)
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