El gobierno del presidente Gabriel Boric no logró que sus dos coaliciones políticas compitan unidas en las elecciones de mayo próximo cuando se elegirán a los redactores de una nueva constitución, y sumó nuevos problemas al interior de su bloque de centroizquierda.
El oficialismo y la oposición derechista se medirán el 7 de mayo para elegir a 50 consejeros que deberán redactar un segundo proyecto de carta magna para reemplazar a la constitución vigente, impuesta por una dictadura militar (1973-1990).
El primer intento fue rechazado en septiembre por el 62% del electorado.
La alianza derechista competirá en una lista única, en la que no participará el conservador Partido Republicano, que no integra el bloque, mientras el oficialismo lo hará con dos listas, una del centroizquierdista Socialismo Democrático y la otra del izquierdista bloque Apruebo Dignidad, el más cercano a Boric. La inscripción de los candidatos a redactores vence el lunes.
La competencia de dos listas oficialistas podría arriesgar la elección de redactores del sector en al menos seis de las 16 regiones chilenas en las que se elegirán dos escaños y que enfrentará a una oposición unida, señaló el experto electoral Pepe Auth.
A la competencia con dos listas oficialistas se agregó un nuevo problema. El fin de semana se registró una fisura al interior del Socialismo Democrático luego de que el Partido Socialista, pilar del bloque, decidiera que apostará por una lista única. Los socialistas definirán al final de la jornada a cuál de las dos coaliciones se unirá, si a su aliado histórico de centroizquierda o al izquierdista Apruebo Dignidad.
Sin acuerdo para enfrentar la inseguridad en Chile
Por otra parte, el gobierno no pudo firmar el martes un acuerdo político para enfrentar la creciente delincuencia armada debido a la ausencia de la oposición, pese a que la vocera oficial había anticipado que se suscribiría con quienes llegaran a la cita.
Chile enfrenta una crisis de inseguridad por la violencia y el uso de armas que acompaña la comisión de delitos. Según cifras entregadas por el subsecretario del Interior, Manuel Monsalve, en 2019 el 43% de los delitos eran cometidos con armas, cifra que aumentó a 60% en 2022.
El martes había convocada una nueva reunión, encabezada por la ministra del Interior, Carolina Tohá, para concretar un acuerdo que enfrentara esa realidad, después de que las negociaciones sobre seguridad quedaran congeladas en diciembre. La oposición se levantó entonces de la mesa en repudio al indulto que el presidente Boric concedió a 13 personas que fueron condenadas por delitos comunes en el contexto de las protestas sociales de 2019.
Las negociaciones se frustraron cuando estaban próximas a la firma de un acuerdo sobre seguridad, a inicios de enero.
La Policía de Investigaciones informó que el año pasado hubo 960 homicidios, 234 más que los 726 de 2021, y que los asesinatos con armas de fuego crecieron en un 46% en el mismo período. Entretanto, la policía uniformada registró 460.000 delitos de mayor connotación social, un 45,3% más que en 2021, un año en gran parte de la población estuvo bajo cuarentena debido a la pandemia.
(Con información de AP)
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