En medio de la crisis política que está atravesando Perú, este jueves el embajador norteamericano ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Francisco Mora, destacó los esfuerzos del gobierno de Dina Boluarte por encontrar una salida pacífica a la crisis, aunque al mismo tiempo instó a las autoridades y a los manifestantes a evitar nuevos hechos de violencia en el marco de las protestas.
Durante una teleconferencia de la que participó Infobae, el funcionario sostuvo que el Ejecutivo “está comprometido con el diálogo para buscar una salida política a esta crisis”. Al respecto, recordó que el martes pasado la presidenta de Perú presentó ante el Consejo Permanente de la OEA una propuesta para adelantar las elecciones generales en su país, como una vía para lograr una salida “pacífica” a la grave crisis social y política desatada desde diciembre pasado.
“Ayuden al Perú a encaminar su destino a través de elecciones libres”, solicitó Boluarte en una intervención virtual ante el Consejo Permanente de la OEA.
Mora reconoció, asimismo, que a Estados Unidos le preocupa la violencia que se ha visto durante las manifestaciones y pidió que se investiguen las 55 muertes que provocaron los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad.
“Estados Unidos está comprometido en apoyar el gobierno peruano, y no sólo en ese diálogo, sino apoyar y estar seguro de que estas 55 muertes se investiguen, y creo que el gobierno peruano está comprometido en investigar a esas muertes, mientras se busca una salida política a la crisis que no incluya la violencia por parte de los manifestantes ni por parte del Estado”, apuntó.
Consultado sobre las recientes declaraciones del presidente colombiano Gustavo Petro, quien invitó a Estados Unidos a “ayudar a abrir una mesa de diálogo político para ayudar a la sociedad peruana a una transición democrática en Perú”, el embajador norteamericano descartó esa posibilidad: “Estados Unidos no va a tener un rol de crear una mesa de conversación, esa mesa ya existe en Perú”.
Subrayó, no obstante, que la OEA “está en condiciones de apoyar ese proceso” y adelantó que el organismo mantendrá su interés en ayudar a estabilizar la situación política en Perú.
Durante la conferencia Mora enfatizó la necesidad de luchar por el respeto de la democracia y los derechos humanos en la región. Según indicó, para el gobierno de Biden son dos temas prioritarios, “en momentos en que la democracia está bajo ataque”.
En ese sentido, y al ser consultado por la reciente cumbre de la CELAC desarrollada en Buenos Aires, destacó la estructura de la OEA, al considerarla como la única organización multilateral dentro del hemisferio occidental “donde los países democráticamente elegidos tienen representantes y donde todos están comprometidos en defender la democracia y los derechos humanos”.
“En América Latina y el Caribe hay una serie de organizaciones, eso nos parece bien, pero voy a reiterar algo: no hay otra organización en donde todos los países del hemisferio democráticamente elegidos tienen presencia y la capacidad de absorber los problemas de la región; hay una estructura, una Carta, una comisión de derechos humanos encargada de investigar las violaciones a los derechos humanos, que no existe en otro mecanismo regional. En la OEA hay un compromiso en defender la democracia y los derechos humanos, y eso es único en la región (...) En un momento donde vemos en la región la erosión de la democracia, y violaciones contra los derechos humanos en muchos países, la OEA es ahora más que nunca importante”, agregó.
En este momento, las dictaduras de Venezuela, Cuba y Nicaragua no tienen representación en el organismo internacional.
En el caso de Venezuela, Mora comentó que las negociaciones iniciadas en México entre el régimen de Nicolás Maduro y la oposición reunida en la Plataforma Unitaria, tienen como objetivo la restauración de la democracia y el estado de derecho mediante la realización de unas elecciones libres, justas y verificadas en 2024. Aseguró que si esto se termina concretando, “el próximo gobierno puede volver con un representante al Consejo Permanente”.
Hasta principios de este año, el asiento de Venezuela en la OEA estaba ocupado por Gustavo Tarre, embajador por el gobierno interino de Juan Guaidó, quien era reconocido por el organismo como presidente interino de Venezuela. Tarre cesó sus funciones después de que la Asamblea Nacional decidiera remover a Guaidó como presidente interino.
Respecto a Nicaragua, Mora manifestó que el dictador Daniel Ortega decidió retirar al país de la OEA “porque no quiso soportar la presión ni los esfuerzos de la OEA y de la Comisión de Derechos Humanos”. Aclaró que tanto la OEA como Estados Unidos “estarían dispuestos a tener conversaciones siempre y cuando haya seriedad por parte de Nicaragua a tener un diálogo abierto, honesto, sobre el tema de la democracia y los derechos humanos”.
El embajador norteamericano lamentó, no obstante, que el régimen sandinista “no tiene voluntad de entrar en conversaciones no sólo con la OEA, sino tampoco con su propio pueblo”.
“Nicaragua, Cuba y Venezuela legalmente tienen presencia en la OEA, pero en este momento esas sillas están vacantes. Nos parece que hay una obligación de que si vamos a ser consecuentes, si vamos a comprometernos con la Carta de la OEA, con la Carta Interamericana, si eso es la realidad y es el compromiso que tenemos, países donde existen estos tipos de regímenes no deben tener presencia, si es que vamos a ser consecuentes”, argumentó.
Seguir leyendo: