Con la cumbre de la Celac como antesala y sumido en la tensión con sus vecinos y socios del Mercosur por rebelarse y avanzar en un tratado bilateral con China, el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, recibirá este miércoles en Montevideo a su par brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.
El sucesor de Jair Bolsonaro, que viajó a la capital de Argentina el lunes para reunirse con su presidente, Alberto Fernández, y participar de la VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC), comenzará su visita a Uruguay con una reunión a puerta cerrada en la residencia presidencial de Suárez y Reyes.
En esta instancia está previsto que el brasileño dialogue con un Lacalle Pou que no ha cedido a la presión contra su afán de “flexibilizar” las normas del Mercosur para “abrirse al mundo”.
Si bien Lacalle Pou ha sido explícito en sus críticas al funcionamiento del Mercosur, que, dijo, debe ser “un trampolín” al mundo “y no un corsé o un lastre”, fue su avance hacia un bilateral Tratado de Libre Comercio (TLC) con China lo que terminó por sembrar la discordia con sus socios.
El pasado diciembre, a días de la última Cumbre de jefes de estado del bloque suramericano, los tres socios lanzaron a Uruguay -que lejos de detener la negociación con China también expresó su deseo de adherir al Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP)- una advertencia por medidas de represalia.
Sin embargo, la postura del mandatario centroderechista permaneció inalterada, a lo que reiteró en esa cumbre que Uruguay “necesita y tiene vocación de abrirse al mundo”, una iniciativa que le gustaría compartir con los vecinos cuando “estén decididos y preparados para eso”.
“Avancemos, Uruguay lo está haciendo. En su momento mirará a los costados y le dirá a los países: avancemos todos juntos”, expresó.
Lacalle Pou, que saludó la elección de Lula con un mensaje en el que dijo “confiar” en poder trabajar junto a él “para un Mercosur moderno y abierto al mundo” adelantó a la prensa que esta será la postura en el encuentro del miércoles.
“Vamos a insistir que Uruguay se tiene que abrir al mundo. Y no es caprichoso, es porque nos tenemos fe”, remarcó quien acudió a la investidura del brasileño con los ex presidentes Julio María Sanguinetti (1985-1990 y 1995-2000) y José Mujica (2010-2015), a lo que el último, referente de izquierda cercano a Lula, se puso a disposición del centroderechista para mediar de ser necesario.
Según expresó el pasado viernes el secretario de la cancillería brasileña para las Américas, Michel Arslanian, el Brasil de Lula “entiende” el interés de Uruguay por ampliar sus mercados y el reconocimiento de ese país como un actor relevante del bloque.
En relación al malestar causado por la decisión de Uruguay de negociar con China, dijo que las diferencias deben ser abordadas con “diálogo y la búsqueda de puntos en común”.
En tanto, en una entrevista divulgada el domingo por el diario Folha de Sao Paulo, el canciller brasileño, Mauro Vieira, insinuó desde un punto de vista técnico que un TLC entre Uruguay y China con tarifas inferiores al arancel externo común del Mercosur podría suponer el fin del bloque suramericano.
Por otro lado, el ministro brasileño de Hacienda, Fernando Haddad, insistió este martes en la necesidad de “fortalecer el Mercosur” frente a posibles acuerdos fuera del bloque como el de Uruguay y aseguró que su presidente discutirá esto con Lacalle Pou.
“Lula da Silva le llevará al presidente uruguayo un mensaje en la misma dirección del fortalecimiento del bloque que permita que nuestra región crezca con más fuerza”, esgrimió.
Tras reunirse con Lacalle Pou, Lula recibirá un reconocimiento por su contribución con el medioambiente de parte de la Intendencia de Montevideo y se reunirá luego con Mujica en su finca, en las afueras de la capital.
(Con información de EFE)
Seguir leyendo: