La tensión en la interna de la Fiscalía General de la Nación uruguaya parece venir en aumento luego de que este martes se conocieran los traslados de los fiscales a nuevas dependencias para este 2023. La mayoría de los cambios estaban planificados. Pero la sorpresa llegó cuando la fiscal de Flagrancia de 12° Turno, Gabriela Fossati, quien está a cargo de la investigación contra el ex jefe de la seguridad presidencial de Luis Lacalle Pou, Alejandro Astesiano, no fue cambiada de dependencia.
La fiscal uruguaya tomó relevancia luego de ser quien aportara las pruebas que dejaron a Astesiano preso por tres delitos: asociación para delinquir, tráfico de influencias y suposición de estado civil.
El ex jefe de la seguridad presidencial participaba de una banda de delincuentes que se ha dedicado a falsificar documentación para que ciudadanos rusos obtengan cédulas de identidad y pasaportes uruguayos. Además, en marzo de 2013 el ex custodio presidencial ya había sido enviado a prisión por un delito continuado de estafa.
La fiscal de este polémico caso uruguayo era una de las candidatas a ocupar la Fiscalía de Delitos Económicos y Complejos de Primer Turno, y por tanto dejar su cargo, pero esto no pasó. Y ahí se generan los problemas y cruces de declaraciones de la fiscal Fossati con el fiscal de Corte.
¿Por qué quería dejar la fiscalía que encabeza? Acá hay dos versiones: por un lado, en más de una oportunidad, se quejó por presiones que recibió; y por otro lado, entiende que el caso de el ex custodio debe de estar en una fiscalía especializada, con más personal y recursos, que permitan que el caso avance.
La fiscal se quejó en su cuenta de Twitter, respondiendo a los argumentos que dio el fiscal de Corte, Juan Gómez, para mantenerla en el cargo. Y a su vez, dijo que su uso de redes sociales fue la causa por la que no se la trasladó.
“¿De verdad recibo mensajes de mi superior por este medio? Plantear una contradicción entre sus decisiones y el pedido de celeridad público de senadores y Ejecutivo no es ‘capricho’. Manoseo y falta de respeto ¡no!” Escribió en su primer mensaje.
Un rato más tarde, volvió a tuitear y se refirió al “dossier” que un anónimo entregó en Fiscalía con una serie de supuestos “me gusta” de la magistrada en Twitter. Fossati detalló que la decisión de no trasladarla tiene que ver con esa carpeta que le enviaron al fiscal de Corte y que contenía una investigación sobre el uso de la fiscal de sus redes sociales.
Además dijo que se deslinda de toda responsabilidad, y que le parece insólito que en un caso donde todo el sistema político pide una rápida respuesta, desde la Fiscalía General de la Nación se genera una situación para que eso no suceda.
Qué dice el Fiscal General de la Nación
Si bien la fiscal se queja por no ser trasladada, el fiscal general de la nación da otra versión. Gómez aseguró que el pasado 22 de diciembre recibió un mensaje de Fossati en el que manifestaba que no quería ir a Delitos Económicos. “Yo pretendo ser medianamente serio en lo que uno dice y hace. Si me manda un mensaje diciendo que no le interesa el día 22 de diciembre, y tengo que organizar los servicios de Fiscalía, no me puedo quedar de manos cruzadas”, sostuvo el fiscal de Corte en diálogo con Montevideo Portal.
“Lo que hice, por respeto a cualquier fiscal, es decirle que ella en esta oportunidad no iba a ser trasladada a [la Fiscalía de Delitos] Económicos. Ahí derivó una larga charla, ella estableciendo sus quejas, a lo que le dije que ella había manifestado públicamente en Búsqueda que no le interesaba ir a Económicos y a mí personalmente me lo manifestó el 22 de diciembre. Estas cosas no se resuelven por capricho”, añadió Gómez.
En qué está el caso del ex custodio
El caso no ha avanzado, al menos en la información que se conoce públicamente. Marcos Prieto, abogado del ex custodio presidencial Alejandro Astesiano, hizo hincapié en que su cliente no participó en ninguna acción ilícita. Uno de los ejes que ha tenido el caso han sido las conversaciones de Astesiano con otras personas, como por ejemplo jerarcas policiales, en los cuales se lo acusa de tráfico de influencia.
El abogado defensor de Astesiano dijo hace una semana que “si se prueba que su conducta se apartó de lo esperado pagará lo que tenga que pagar”. Pero agregó que su cliente está pasando más por un caso “mediático que jurídico”.
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