El último informe del Comité para la Protección de Periodistas (CPJ por sus siglas en inglés) expuso que Latinoamérica fue la región en la que más asesinatos de trabajadores de prensa se registraron en 2022.
El documento expuso que al menos 67 trabajadores de los medios fueron asesinados el último año siendo ésta la cifra más alta desde 2018. Asimismo, esto significó un aumento del 50% respecto al año anterior, lo que demuestra “un declive abrupto de la libertad de prensa”, mencionó Jodie Ginsberg, presidente del CPJ.
México estuvo a la cabeza de la región latinoamericana, con 13 asesinatos, y sólo es superado por Ucrania, donde hubo 15 reporteros muertos. A México, en tanto, le sigue Haití, con siete muertes.
De esta forma, son 30 los periodistas de América Latina que murieron violentamente durante 2022, lo que constituye casi la mitad de los 67 que dio a conocer el informe mundial.
“Cubrir la política, el crimen y la corrupción puede ser tanto o más mortífero que cubrir una guerra a gran escala”, agregó Ginsberg al conocerse este dato sobre la región que casi se empareja con las víctimas inocentes de la guerra en Ucrania.
En Haití, de estos -por lo menos- siete muertos, al menos cinco murieron en manos de las pandillas que con su violencia se han apoderado de Puerto Príncipe mientras que, los otros dos, fueron abatidos por la policía.
En ese sentido, el periodista Mackenson Remy, que trabaja para la Radio Caraibes y cubre noticias en la calle, comentó a la agencia de noticias AP que ya no se sabe en quién se puede confiar. “Reportar en Haití es extremadamente difícil para los periodistas, específicamente en la capital”, dijo y agregó que “la corrupción está en todas partes, ya no puedes confiar en nadie”.
A su vez, Remy comparó la situación de los periodistas que trabajan en las calles de la ciudad, donde cada territorio es propiedad de una pandilla distinta, como se ve en la película “The Truman Show”, que data de 1998, y en la que el protagonista se siente vigilado todo el tiempo.
Junto con Haití, destacan los casos de México y Ucrania. En el primero, fueron 13 los trabajadores de prensa asesinados, según pudo constatar el Comité. De ellos, tres fueron asesinados tras amenazas “por su cobertura de la delincuencia y la política” y, sobre los restantes, aún se están investigando las causas aunque tal vez jamás se conozcan “en un país caracterizado por la violencia y la impunidad”.
Otros organismos aseguran que la cifra asciende a 15 por lo que, de ser cierto, 2022 se habría tratado del año más mortífero para los periodistas mexicanos en las últimas tres décadas.
El informe explica que México cuenta con leyes e instituciones que en la teoría protegen a los periodistas pero éstas “han demostrado ser ineficaces para mantener sanos y salvos” a los profesionales, como ocurrió con María Guadalupe Lourdes Maldonado, quien fue asesinada a tiros en su vehículo en Tijuana, pese a estar bajo un mecanismo de protección en Baja California.
En tanto, en Ucrania, fueron 15 los periodistas asesinados el año pasado, una cifra que se entiende en el contexto del conflicto bélico que comenzó hace casi un año, el 24 de febrero pasado, y se ha cobrado la vida de miles de inocentes.
Brasil, Chile y Colombia son otros de los países mencionados en el informe como casos comprobados de asesinatos intencionados de periodistas. El caso del colombiano Rafael Emiro Moreno Garavito es uno de los más resaltados en el documento, ya que murió en un restaurante luego de haber denunciado el narcotráfico y la corrupción política en su diario independiente Voces de Córdoba.
Del total de los 67 periodistas asesinados, el CPJ pudo confirmar que 41 de ellos murieron “en relación directa con su trabajo” mientras que, los 26 restantes, aún están bajo investigación a fin de determinar los motivos.
Otro dato importante es que la mayoría de las víctimas trabajaban para medios locales que cubren noticias de sus propias comunidades, lo que sugiere que tienen una mayor indefensión en su caso. Filipinas es otro ejemplo de ello, donde cuatro periodistas de radios locales fueron hallados muertos.
A esta amenaza a la profesión se le suma el accionar de los gobernantes sobre la libertad de prensa. “Gobiernos (de todo el mundo) continúan encarcelando a un número récord de periodistas y no hacen frente a la espiral de violencia y la cultura de impunidad”, concluyó la presidente del CPJ.
(Con información de EFE y AP)
Seguir leyendo: