El anuncio de “incoherencias” por 3.900 millones de dólares en las cuentas de Americanas, una de las tiendas minoristas más importantes de Brasil, sacude al mercado de valores y podría impactar a tres de los hombres más ricos del país.
El gigante de ventas por internet y físicas informó el miércoles que detectó “incoherencias contables” relacionadas con 20.000 millones de reales que corresponden a financiamientos de compras que no “están reflejadas correctamente” en sus números.
La firma al parecer no contabilizó en sus balances deuda con instituciones financieras contraída para pagar compras a proveedores, según el experto en contabilidad Silas Degraf, profesor de la Universidad Santa Cruz de Curitiba (sur), en su canal de YouTube.
“Todo indica que estamos ante un caso muy bien elaborado de falta de transparencia en beneficio de la empresa y sus accionistas”, dijo por su parte a la agencia AFP Marcello Marin, director de finanzas de Spot Finanças, especializada en contabilidad y gestión financiera. “No creo que haya sido un robo, sino un fraude para reducir la deuda de la empresa y consecuentemente aumentar su valor, con lo que los accionistas y la empresa ganan cada vez más en el mercado financiero”, agregó.
Anand Kishore, gestor de los fondos de inversión de Daycoval Asset, aseguró que la situación “no tiene efecto de caja para las tiendas Americanas, pero debe tener un efecto contable en el balance” de la empresa.
Dueños multimillonarios
El escándalo provocó la renuncia el miércoles del presidente de la empresa, Sergio Rial, y de André Covre, director de Relaciones con los Inversores, quienes habían asumido sus cargos el 2 de enero.
Rial dijo que daba un paso al costado porque los números de la empresa le impedían ejecutar sus planes de capitalización para saldar la deuda bruta de la firma, que calculó entre 30.000 y 35.000 millones de reales (entre 5.800 y 6.800 millones de dólares al cambio actual).
Rial seguirá como asesor de algunos accionistas, entre ellos los multimillonarios brasileños Jorge Paulo Lemann, Marcel Telles y Beto Sicupira, dueños de cerca del 30% de la empresa a través de la sociedad de inversión 3G Capital.
Los tres están en el Top 5 de los brasileños más ricos de 2022, según la revista Forbes: Lemann es el primero, con un patrimonio de unos 14.000 millones de dólares; Telles es el tercero, con 9.300 millones; y Sicupira es cuarto, con 7.700 millones.
“Con seguridad los va a impactar, pero no van a dejar de ser los más ricos de Brasil”, afirma Marin.
El escándalo en Americanas llevó a la Comisión de Valores Mobiliarios (CVM), que regula el mercado de capitales, a abrir el jueves tres procesos administrativos “para esclarecer los hechos” y advirtió de sanciones a los “eventuales responsables”.
Caída en bolsa e investigaciones
En nombre de los accionistas minoritarios, la Asociación Brasileña de Inversores (Abradin) prepara una denuncia judicial, porque considera que los inversores fueron “engañados”.
“Esta situación afecta a toda la economía nacional, porque mina la credibilidad del mercado de capitales brasileños”, afirmó Aurelio Valporto, presidente de Abradin, en declaraciones recogidas este lunes por el diario O Globo.
El Consejo Administrativo de la compañía, de su lado, creó un comité independiente “para averiguar las circunstancias que causaron dichas incoherencias contables”.
Fundada en 1929 en la ciudad de Niterói, en el estado de Rio de Janeiro (sureste), y en el mercado digital desde 1999, Americanas cotiza en la bolsa de San Pablo.
El jueves, un día después de que se informara de la incongruencia en los números, los papeles de la empresa, con 3.601 tiendas en 900 ciudades de Brasil, cayeron 77 por ciento.
El viernes se recuperaron casi un 16%, pero el lunes retrocedieron 38,41%, arrastrando al Ibovespa, que perdió 1,54% hasta los 109.212 puntos.
“La Bolsa de San Pablo ya no estaba tan bien para pasar por ese impacto sin sufrir. Ya venía cayendo debido a inestabilidades, principalmente por la entrada de un nuevo gobierno (el del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva) con planes nuevos y muy diferentes del anterior (el del ultraderechista Jair Bolsonaro)”, explicó Marin.
(Por Rodrigo Almonacid - AFP)
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