El 2022 será recordado como el año en que Ecuador obtuvo su peor registro de violencia criminal. Las cifras oficiales indican que el país andino es la nación latinoamericana con mayor incremento de este tipo de violencia. Así como Ecuador, en nueve países también aumentaron los datos sobre violencia criminal.
En Ecuador, el 2022 cerró con 4.603 muertes violentas, equivalente a 25 casos por cada 100.000 habitantes. En el 2021, la tasa de muertes violentas era de 13,7 por cada 100.000 habitantes. El porcentaje de incremento fue de 82,5 %, según reveló Primicias, que analizó el récord de muertes violentas en Latinoamérica.
En el 2023, la situación de Ecuador no ha mejorado pues en los 10 primeros días de enero se registraron 16 asesinatos diarios.
De acuerdo con las cifras del 2022, Jamaica es el país más violento de Latinoamérica con una tasa de 50.6 muertes por cada 100.000 habitantes, le sigue Trinidad y Tobago, Honduras y Venezuela.
Según los datos disponibles, Ecuador podría ocupar la quinta posición en la lista, aunque aún queda por confirmar la tasa de Belice, de acuerdo con Primicias.
Contrario al gran aumento de Ecuador en cuanto al índice de muertes violentas, El Salvador logró una reducción de esta tasa con un 56 %. La política para reducir la violencia del presidente salvadoreño Nayib Bukele ha sido cuestionada por la vulneración de los derechos humanos. México también mostró una reducción del 6 % en la tasa de muertes violentas.
En Ecuador, el incremento de la violencia criminal, reflejada en las muertes violentas, sería la respuesta de los grupos de delincuencia organizada frente a las acciones de las fuerzas de seguridad que buscan contener la penetración del narcotráfico en el país, según la versión gubernamental.
De acuerdo con los datos de la Policía Nacional, recogidos por Primicias, en el 2022, las autoridades policiales decomisaron 201,4 toneladas de drogas. Aunque esta cantidad no supera a las incautaciones del 2021, sí se registra como la segunda tasa más alta de la historia nacional.
Ecuador se ha convertido en un país clave para el envío de droga, especialmente cocaína, hacia Europa y Estados Unidos. La ubicación de la nación es clave pues se encuentra entre los dos productores más importantes de droga del mundo: Colombia y Perú.
Colombia es uno de los productores más importantes de coca en el mundo. El 66 % de cultivos ilegales de coca en América Latina están en ese país, que posee 154.475 hectáreas de sembríos ilícitos. Perú, que está en la frontera sur del Ecuador, es el segundo productor más importante de la región, con el 23% de los sembríos, equivalentes a 54.655 hectáreas.
Según la información oficial del gobierno ecuatoriano a la que Infobae accedió, una hectárea de coca en promedio tiene de 10,000 –12,000 plantas y representa al menos 4.2 cosechas por año. Una hectárea de estos sembríos produce 5,8 toneladas métricas de hoja de coca anualmente, lo que puede traducirse a 6,7 kg de clorhidrato de cocaína al año.
Para determinar estrategias que permitan enfrentar las amenazas de la frontera colombo-ecuatoriana, los más altos representantes militares de las Fuerzas Armadas de esos dos países celebraron, a finales de diciembre, una reunión bilateral de trabajo y suscribieron un acta de compromisos para la implementación táctica y operativa del Plan de Protección de Fronteras. El objetivo es impulsar acciones para neutralizar a los grupos del crimen transnacional que operan en la zona fronteriza.
Las principales amenazas son las acciones del narcotráfico y el crimen organizado en la frontera común, según informó el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas del Ecuador. Para la institución militar, las distintas dinámicas que emplea el narcotráfico y sus delitos conexos causan impacto en la seguridad de la región, por lo que “será necesario que los acuerdos a los que se llegó en esta reunión se traduzcan en planes y órdenes que permitan minimizar estas amenazas trasnacionales”.
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