Medios estatales de comunicación de Cuba generaron revuelo entre economistas, diplomáticos y acreedores al publicar una estimación de las reservas internacionales de la isla caribeña, una serie de datos difíciles de alcanzar considerados durante mucho tiempo un “secreto de estado” en el país.
En medio de un análisis sobre la economía local de dos partes y unas 2.000 palabras a principios de este mes en CubaDebate, la principal plataforma de medios digitales, el ex ministro de Economía, José Luis Rodríguez, cifró las reservas internacionales del país en 11.528 millones de dólares en 2019 y estimó que habían disminuido 2.500 millones o 22% hasta 2021.
La agencia de noticias Reuters también vio recientemente una presentación inédita de otro economista senior, que no autorizó el uso de su nombre para este reporte, que situó las reservas en 8.000 millones en 2022, coincidiendo con los datos publicados en CubaDebate.
El régimen cubano no respondió a una solicitud de comentarios sobre el tema.
Cuba no divulga datos de las reservas y publica información muy limitada sobre cuentas corrientes y cifras de deuda con tres años de retraso, al argumentar que tales retrasos son necesarios para evitar una mayor persecución económica por parte de su enemigo histórico: Estados Unidos.
“Estos datos muestran que las reservas internacionales han disminuido mucho y eso es muy grave”, dijo el economista cubano Omar Everleny, quien al igual que otros entrevistados para esta historia no pudo confirmar independientemente las cifras.
En CubaDebate, Rodríguez dijo que las reservas se vieron afectadas tras la pandemia de coronavirus y las nuevas sanciones impuestas a Cuba bajo el mandato del ex presidente estadounidense, Donald Trump.
Cuba, cuya economía se mantiene un 8% por debajo de los niveles de 2019, utiliza sus preciadas reservas para importar alimentos, combustible, repuestos, partes industriales e insumos agrícolas del extranjero.
La última vez que se conocieron cifras de reservas en Cuba fue en 2014 cuando lo que parecía ser un documento oficial llegó a manos de diplomáticos, y los datos las situaban en 10.000 millones de dólares.
Los datos de las reservas también son importantes porque indican la capacidad que puede tener el gobierno cubano para pagar a sus acreedores.
Cuba dejó de pagar la deuda a los principales acreedores gubernamentales como el Club de París de naciones ricas acreedoras en 2020 y sostiene que se ha atrasado en los pagos a muchos socios de empresas conjuntas y proveedores.
Pavel Vidal, un ex economista del Banco Central de Cuba, que ahora reside en Colombia, dijo que pensaba que las reservas probablemente eran mucho más bajas y considera que las nuevas cifras pueden haber combinado las reservas del banco central con otras reservas en moneda fuerte.
“Si están hablando de dinero ahorrado por el Estado, eso sería una definición muy amplia (...) porque las empresas, los bancos comerciales y las instituciones financieras no bancarias pueden ser incluidas y se pueden agregar muchas cosas”, dijo.
“Pero lo que muestran los datos es que las reservas se están reduciendo, una mala señal para cualquier país”, señaló.
(Con información de Reuters)
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