A casi dos semanas del fin del mandato presidencial de Jair Bolsonaro se conocieron los gastos que realizó con la tarjeta de crédito oficial. Sin embargo, el detalle ha suscitado polémica entre los brasileños, por las grandes cifras que se difundieron.
Los extractos de las tarjetas de la presidencia fueron publicados esta semana por una web oficial del gobierno de su sucesor, Luiz Inácio Lula da Silva, y corresponden a sus cuatro años de mandato -entre 2019 y 2022-.
Con la divulgación de estos datos, el nuevo presidente izquierdista ha puesto fin a un secreto de 100 años impuesto por su predecesor ultraderechista que pesaba sobre miles de documentos oficiales.
Los resúmenes de cuenta expusieron un total de 27,6 millones de reales -unos USD 5,4 millones de dólares- que se corresponden con gastos de los 21 miembros de su gabinete.
Considerando los ajustes por la inflación, esta suma es casi la mitad de la del primer mandato de Lula -entre 2003 y 2007- aunque, en su caso, se debían principalmente a alojamiento para sus viajes al extranjero.
Sin embargo, los gastos de Bolsonaro no fueron tan en línea con los de su antecesor -dada su falta de interés sobre las relaciones exteriores-. En cambio, gastó más de 21.000 dólares en un modesto restaurante, casi 11.000 dólares en una pastelería y 1.700 dólares en heladerías, incluso, a pesar de jactarse en múltiples ocasiones de no haber gastado “ni un céntimo” del plástico presidencial.
Otros ejemplos concretos que se conocieron en los últimos días fue el gasto por 1,2 millones de reales -235.000 dólares- en los 28 días de las vacaciones oficiales del ex presidente a final de cada uno de sus años de mandato.
Según informó el portal de noticias UOL, el 2 de enero de 2022 se efectuó un pago por más de 71.000 reales -casi 14 mil dólares- en una gasolinera del estado de Santa Catarina. Este gasto está relacionado con el escándalo que Bolsonaro generó tras practicar jet-ski mientras terribles inundaciones afectaban a varias regiones del país.
En tanto, la tarjeta de crédito presidencial fue utilizada para pagar 1,46 millones de reales -más de 280.000 dólares- durante cuatro años en un hotel de lujo en Guarujá, un balneario cercano a Sao Paulo.
El sitio de noticias G1 agregó sobre esto que dicho hotel hospedó a miembros del equipo presidencial mientras Bolsonaro se alojaba en un complejo militar.
Sin embargo, estos no fueron los rubros más polémicos del detalle de gastos.
Es, en cambio, una cuenta abultada en un restaurante modesto la que más llamó la atención. Se trata de 109.266 reales -unos 21.400- que fueron gastados en un sólo ticket en un discreto restaurante de Boa Vista, en el estado amazónico de Roraima.
Este monto es suficiente para pedir más de 2.000 veces el plato más caro del lugar: pollo asado con harina de mandioca, cuyo precio ronda los 50 reales -casi USD 10-.
En cuanto a comida, la tarjeta de crédito presidencial se usó también para abonar más de 362.000 reales -71.000 dólares- en productos de una panadería en Río de Janeiro. 55.000 reales de ese total fueron pagados el día después de la boda de Eduardo, el tercer hijo del ex mandatario, y 33.000 en la víspera de una procesión en moto organizada por partidarios de Bolsonaro por las calles de la ciudad.
Por último, se registraron 8.600 reales -1.700 dólares- correspondientes a 62 gastos en cinco heladerías.
(Con información de AFP)
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