La Unión Europea y Estados Unidos pidieron que se respete el Estado de Derecho y los procesos judiciales en Bolivia, luego de semanas de convulsión social en la nación sudamericana tras el arresto del gobernador opositor Luis Fernando Camacho y la ola de protestas en las calles de todo el país.
El bloque continental llamó a evitar cualquier paso que pueda derivar en una escalada en la violencia que se vive en Bolivia desde el 28 de diciembre. Asimismo, pidió por el respeto al debido proceso judicial del gobernador encarcelado.
“Se debe evitar cualquier paso o acción que pueda conducir a una escalada violencia. Como hemos indicado en el pasado, espero que el Estado de Derecho y el debido proceso se respeten en los procedimientos judiciales en curso o futuros”, declaró un portavoz del bloque.
En ese sentido, explicó que la diplomacia comunitaria y los Veintisiete siguen de cerca la situación de Camacho, quien, a fines de diciembre, fue interceptado por un operativo policial que lo detuvo mientras regresaba a su domicilio y lo llevó a La Paz.
Por su parte, los senadores estadounidenses Dick Durbin, Bob Menendez, Bill Cassidy, Ben Cardin, Tim Kaine y Jim Risch firmaron este miércoles una declaración conjunta en la que expresaron su rechazo a la persecución y encarcelamiento de líderes opositores bolivianos por parte del gobierno de Luis Arce y por miembros de su partido político Movimiento al Socialismo (MAS).
“El presidente boliviano Luis Arce se enfrenta a una prueba crítica de liderazgo democrático”, se lee en la declaración.
Los congresistas norteamericanos calificaron como “mezquinas venganzas políticas en nombre de su predecesor (Evo Morales)”, la privativa de libertad contra el gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho; y las amenazas contra la ex presidenta interina Jeanine Áñez.
“El absurdo encarcelamiento de opositores políticos representa una peligrosa muestra de autoritarismo y erosiona aún más la ya escasa confianza que muchos bolivianos y la comunidad internacional tienen en el sistema judicial del país”, expresaron los senadores en el comunicado.
“Bolivia no puede ser una democracia si sus líderes de la oposición compiten en las elecciones desde detrás de las rejas”, agregaron.
También rechazaron la abstención del Estado boliviano en una resolución de la ONU que condenaba la anexión de regiones ucranianas a Rusia y advirtieron que “ponerse regularmente del lado de la agresión militar rusa en votaciones en Naciones Unidas no hace sino empañar aún más la credibilidad democrática de Bolivia”.
El pasado 7 de enero, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) le solicitó al gobierno de Luis Arce información sobre la detención del gobernador Camacho y pidió una respuesta en un plazo de 10 días.
“Comunicamos que hemos recibido una nota de la CIDH en respuesta a nuestra solicitud de (medida) cautelar por la liberación y por las garantías del gobernador Luis Fernando Camacho, secuestrado por el Gobierno de (Luis) Arce Catacora de manera injustificadamente y con mucha violencia”, informó la senadora del partido opositor Creemos Centa Rek en declaraciones recogidas por Brújula Digital.
“En esta nota nos avisan de que han pedido al Gobierno información sobre este ilícito, sobre esta situación, sobre esta violencia cometida en Bolivia”, añadió.
Rek se refiere al Artículo 25 (5) del Reglamento de la CIDH por el que el organismo solicita “la información que considere oportuna sobre la situación a que se refiere el peticionario”.
Para Rek “es un escándalo no sólo nacional, también internacional la forma en cómo el Gobierno ha procedido y, además, la forma irregular pasando por encima de todas las garantías y la CIDH está avanzando, aunque muy lentamente, porque aquí hay flagrantes violaciones”.
Camacho fue detenido en el marco de la investigación del caso “Golpe de Estado I”, acusado de participar en la crisis política de 2019 que motivó la salida de Evo Morales de la Presidencia del país tras la pérdida del apoyo de Policía y Ejército y en medio de acusaciones de fraude en las elecciones.
El opositor se encuentra en la prisión de Chonchocoro, donde recibió por vez primera la visita de sus hijos José Luis, María Fernanda y Luis Fernando.
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