Un dragado realizado por una empresa del régimen chino se convirtió en un dolor de cabeza para el puerto de Barranquilla

Unas 40.000 toneladas de mercadería no han podido circular por el puerto de esa ciudad colombiana en los primeros días del año debido al bajo calado en la zona

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Canal de acceso al puerto de Barranquilla (Foto: archivo/Colprensa)
Canal de acceso al puerto de Barranquilla (Foto: archivo/Colprensa)

En septiembre de 2019 las autoridades de Barranquilla, la capital del departamento colombiano del Atlántico, anunciaron la llegada de la draga china Hang Jun 5001 como parte de un convenio firmado entre la Financiera de Desarrollo Territorial, una entidad estatal encargada de aportar recursos para proyectos en las regiones, y Cormagdalena, la entidad regional encargada de recuperar la navegación y la actividad portuaria.

Con base en este convenio, se contrató al consorcio Shanghai-Ingecon, integrado por la firma china CCCC Shanghai Dredging Co (propietaria del 70%) y la colombiana Ingecon S.A. (30%) para remover sedimentos y alcanzar un calado mínimo de 10,2 metros y así facilitar la operación de los barcos en el canal de acceso del puerto de Barranquilla.

Sin embargo, el consorcio liderado por CCCC Shanghai Dredging Co comenzó a incumplir sus compromisos al poco tiempo de su puesta en marcha aduciendo problemas atmosféricos, la furia del viento y la dificultad que presentaba el oleaje, lo que llevó a la capitanía de puerto a reducir el calado operativo; en la práctica, a restringir el tamaño de los buques que podían operar en el terminal marítimo de Barranquilla, con el fin de evitar accidentes.

Y este martes, un informe desde Barranquilla reveló que en los primeros días de 2023 quedaron paralizadas cerca de 40.000 toneladas de mercadería como maíz, trigo, acero y carbón debido al bajo calado, que se encuentra en 7,5 metros en la zona portuaria.

El líder gremial Lucas Ariza, director de la Asociación de Puertos del Atlántico (Asoportuaria), informó al diario El Heraldo que la falta de una profundidad de agua necesaria para que un buque flote libremente en la zona ha llevado a que unas diez embarcaciones tuvieran que aligerar su carga para poder ingresar o salir del puerto de Barranquilla. “Los sobrecostos los hemos estimado en alrededor de USD 3 millones para el sector portuario en general”, afirmó.

Gremialistas del puerto de Barranquilla afirman que nunca se ha logrado el calado mínimo de 10,2 metros que se contrató
Gremialistas del puerto de Barranquilla afirman que nunca se ha logrado el calado mínimo de 10,2 metros que se contrató

Ariza también advirtió sobre la preocupación por la entrada de buques con combustible, que podría frenarse si sigue bajando el calado. “La planificación que se tiene de movilización de combustible podría estar en riesgo, lo que conllevaría a utilizar otros medios de transporte que son mucho más costoso que la vía marítima”, agregó.

“La situación es crítica, caótica”, remarcó Ariza, y señaló que el Gobierno nacional habría accedido a contratar una nueva draga para que avance en la remoción de sedimentos mientras cierra el contrato con la empresa que se encargará del trabajo durante los primeros seis meses de 2023. “No sabemos cómo van a proceder, ni tenemos conocimiento de los tiempos (...) En medio de la incertidumbre lo que debemos tener es la certeza de cuándo se va a retomar el dragado”, dijo.

Por otra parte, la Oficina de Asuntos Portuarios de la Alcaldía de Barranquilla informó que se decretó la figura de calamidad pública por esta crisis, “invitando al Gobierno nacional a que tome medidas en la inmediatez para solucionar la urgencia que tiene el sector”.

Foto de archivo del Puerto de Barranquilla en la que se registró la embarcación Nordic Wolverine, que encalló en Bocas de Ceniza, desembocadura del río Magdalena (principal afluente de Colombia) (EFE/Puerto de Barranquilla)
Foto de archivo del Puerto de Barranquilla en la que se registró la embarcación Nordic Wolverine, que encalló en Bocas de Ceniza, desembocadura del río Magdalena (principal afluente de Colombia) (EFE/Puerto de Barranquilla)

De solución a fracaso

Ya en abril de 2022, luego de que un barco de bandera liberiana quedara atrapado en Barranquilla cuando zarpaba hacia la India, el jefe de la Oficina de Asuntos Portuarios del Distrito -José Curvelo- expresó su inconformidad con los retrasos y las dilaciones en el trabajo del consorcio chino. “Prendan los motores, recuperemos el tiempo perdido. El puerto demanda mejor calado”, apuró el funcionario, según reseñó el medio digital Zona Cero.

En ese entonces, algunos representantes portuarios revelaron que los chinos habrían realizado actividades de dragado donde no se necesitaban, con el fin de justificar el contrato. Además, según el entonces congresista César Lorduy, el contratista chino estaría trabajando con equipos inadecuados.

Foto de archivo cedida por el Puerto de Barranquilla que muestra a las autoridades marítimas mientras desencallan el barco Nordic Wolverine (EFE/Puerto de Barranquilla)
Foto de archivo cedida por el Puerto de Barranquilla que muestra a las autoridades marítimas mientras desencallan el barco Nordic Wolverine (EFE/Puerto de Barranquilla)

El contrato, que había sido presentado por el director de Cormagdalena, Pedro Pablo Jurado, como la solución que le iba a dar “seguridad y tranquilidad” a la operación portuaria en Barranquilla es, según los portuarios, un verdadero fracaso. Los barcos siguen en permanente peligro de encallar en cualquier momento, que al menos tres ya lo han hecho, desde noviembre de 2019; otros han tenido que ser desviados a Cartagena y Santa Marta; varios han sido sometidos a largos períodos de espera incrementando los costos de la operación e incluso la misma draga china estuvo a punto de quedar atrapada, según se dijo, por una mala maniobra de la tripulación.

El dirigente portuario Lucas Ariza calculó que cada desvío puede representar sobrecostos de cientos de miles de dólares en las operaciones, lo cual afecta la competitividad de la ciudad. Según Ariza, a pesar de los recursos que se han invertido para tener una draga permanente, nunca se ha logrado el calado mínimo de 10,2 metros que se contrató.

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