El disidente cubano Oscar Elías Biscet, fundador del Proyecto Emilia para restaurar la democracia en Cuba, fue detenido este lunes cerca de su casa en La Habana, según informó su esposa, Elsa Morejón, a una organización del exilio en Miami.
La detención fue efectuada en plena calle por oficiales de policía uniformados que se desplazaban en dos carros patrulla, según dijo Morejón al abogado Marcell Felipe, líder de Inspire America, una organización dedicada a “inspirar libertad” a Cuba y el continente americano.
Precisamente este lunes se cumple el décimo aniversario de la fundación del Proyecto Emilia y Buscet se dirigía a una reunión con otros líderes de esa iniciativa cuando fue detenido.
Felipe dijo a EFE que todos los teléfonos de los líderes del Proyecto Emilia están cortados y no han podido averiguar nada sobre la suerte de Biscet, que es médico de profesión, ha estado preso en numerosas ocasiones y fue uno de los 75 condenados a penas de más 20 años de cárcel en 2003.
Biscet fue excarcelado en marzo de 2011 en un proceso de liberación de presos políticos que llevó a cabo la dictadura de Cuba con la mediación de la Iglesia católica.
El Proyecto Emilia, según su página web, lleva el nombre de una de las heroínas cubanas, Emilia Teurbe Tolón, la primera mujer cubana desterrada por motivos políticos.
“Quienes suscribimos este documento, inspirados en su ejemplo patriótico, nos proponemos realizar este proyecto cuyos objetivos esenciales son: la conquista de los derechos humanos fundamentales, la democracia y la libertad del pueblo cubano”, dice la web.
En 2017 Oscar Elías Biscet fue galardonado por el Instituto de Liderazgo Hispano del Congreso estadounidense (CHLI) y en 2007 recibió del entonces presidente estadounidense George W. Bush la Medalla de la Libertad.
La semana pasada, el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) informó que “al menos 336 acciones represivas se produjeron en Cuba en diciembre”.
La ONG, con sede en Madrid, mencionó en un informe que esas acciones perpetradas por las fuerzas de seguridad del régimen de Miguel Díaz-Canel incluyeron a “varios activistas y periodistas forzados a salir al exilio, una tendencia que va en aumento en los últimos meses”.
Del total registrado, “71 fueron algún tipo de detención arbitraria y 265, otros abusos, de acuerdo con los informes de la red de relatores” del OCDH.
“Entre las violaciones destacan 95 sitios de viviendas de activistas, 48 abusos contra presos políticos en las cárceles, así como diversas amenazas, citaciones policiales, hostigamientos, multas y juicios”, indicó el informe.
El documento emitido en Madrid pone como ejemplo a periodistas independientes y activistas que “se vieron forzados a exiliarse”.
Recientemente, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos señaló en su último informe que los regímenes de Cuba, Venezuela y Nicaragua sumaron casi 1.500 presos políticos en 2022.
La CIDH acusó a los regímenes de estos países, a los que calificó de “autoritarios”, de instrumentalizar el poder judicial para llevar adelante sus maniobras de persecución y encarcelamiento de personas por sus motivaciones políticas.
“La independencia y la autonomía del poder judicial es un elemento esencial para la existencia de un Estado de derecho”, menciona el texto redactado por la Comisión, un órgano autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Los 1.467 presos políticos contabilizados por el organismo incluye a civiles y militares.
De este total, 1.034 corresponden solamente al mes de noviembre en Cuba, que encabeza la tabla como el país con más prisioneros de este tipo. Le sigue Venezuela, donde se registraron 247 presos políticos durante octubre y, en tercer lugar, Nicaragua con 195 detenidos.
Con información de EFE
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