La estrategia de adiestrar a ovejas y cabras para pastar en zonas amenazadas por el fuego busca eliminar de forma natural el exceso de vegetación que luego se seca y propaga el fuego.
Más de una decena de incendios forestales activos por día ha reportado la Corporación Nacional Forestal (Conaf), entidad encargada del combate de catastrofes de tipo forestal en Chile. Durante las últimas semanas, las autoridades tuvieron que declarar alerta roja en varias comunidades de la zona centro sur del país.
Los incendios ya han consumido más de 31.000 hectáreas durante el periodo de agosto de 2022 a enero de 2023, arrasando con su respectiva flora y fauna, lo que ha repercutido en personas damnificadas e incluso muertes por esta causa.
Un escenario que las autoridades enfrentan y con complejidad, debido a las altas temperaturas de los últimos días. Los especialistas coinciden en que el esfuerzo debe estar en la prevención y una de las primeras recomendaciones es cortar el pasto seco, la maleza y todo tipo de vegetación que es el combustible principal de las llamas.
En este contexto surge una iniciativa de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile que busca la acción de ovejas y cabras para disminuir la vegetación combustible y reactivar los suelos degradados.
La capacidad de estos animales para hacer cortafuegos al pastar fue considerado “un accidente” en el desarrollo de la tesis de Gabriela Chávez, egresada de Medicina Veterinaria de esta casa universitaria.
Cuando un incendio atacó el área del Campus Sur donde pastaban las ovejas, las llamas se detuvieron claramente en el área que había sido pastoreada. Así, la egresada decidió sumar esta acción a la investigación.
En entrevista con medios chilenos, Chávez, dijo que “un día empezó un incendio y resultó que el corral, que es un cuadrado, se salvó con un perímetro como de un metro. El fuego llegó hasta ese perímetro porque una de las ovejas había salido del corral y no se alejan del grupo, entonces se mantuvo dando vueltas alrededor y fue eso, el que se hubiera salido, que permitió que el fuego no nos agarrara, hizo un cortafuegos”, declaró.
Juan José Toro Letelier, coordinador de Extensión y Vinculación con el Medio de la misma facultad, explicó que este proyecto es parte de la necesidad de poder controlar la biomasa combustible, o sea, el pasto seco que creció en la temporada primavera y que ahora en el verano es un riesgo de incendio permanente.
“Estamos probando primeramente con las ovejas porque son más dóciles y están más acostumbradas al manejo animal. Y posteriormente vamos a empezar con las cabras. La idea es que pastoreen en el lugar donde nosotros necesitamos controlar la biomasa para que puedan comer y tumbar el pasto”, declara letelier.
“Además lo bostean, orinan y lo babean. Entonces, queda con una humedad que impide que pase el fuego o hace que pase de una manera menos brusca o violenta. Básicamente, eso es lo que buscamos, que los animales nos generen un cortafuego y prevenir los incendios”, agrega Toro.
Recuperación natural del suelo
Además de prevenir el fuego, recuperan la vida del suelo. “Lo que queremos lograr es que el suelo recupere naturalmente su fertilidad para que esta paja seca después de que ellas salgan se pueda degradar paulatinamente gracias a la actividad microbiológica que tiene el suelo normal. Entonces, los animales al digerir el pasto pueden integrar nuevamente esa microbiología y esa fertilidad natural que no estaba antes”, explicó.
Esta técnica de control de la vegetación también la están aplicando en otra área del campus con buenos resultados, explica la futura médica veterinaria. La investigación es una de las seleccionadas en el Programa Tesis País, una iniciativa desarrollada por la Fundación Superación de la Pobreza que apoya tesis con temáticas de inequidad, pobreza, desarrollo rural chileno, entre otros, ya que busca entregar estas soluciones a los pequeños agricultores y ganaderos.
Seguir leyendo: