Polémica existe en Chile después de que se propusiera construir una cárcel especial para reos de pueblos indígenas, lo que ha desatado la reacción política del país.
La idea surgió el 9 de septiembre pasado cuando los diputados oficialistas Leonardo Soto, Lorena Pizarro, y Gonzalo Winter almorzaron con la ministra de Justicia de Chile, Marcela Ríos, y con el subsecretario de la misma cartera, Jaime Gajardo. En la cita se conversó sobre los beneficios carcelarios a comuneros mapuches, lo que dio paso a proponer el tema de la cárcel.
Todo esto a raíz de un acuerdo entre el lonko Víctor Queipul y el ex director regional de Gendarmería de La Araucanía, Juan José Navarrete, el que autorizaba traslados administrativos a reclusos en huelga de hambre en la cárcel de Angol, al sur de Chile.
Desde ese almuerzo es que la idea se está analizando seriamente. “Hay un conjunto de parlamentarios tanto de oposición como del oficialismo que ya nos han propuesto formalmente la posibilidad de que exista un establecimiento penitenciario para las personas que cumplen condena y que son parte del pueblo mapuche. Nosotros estamos evaluando aquello”, dijo Gajardo a La Tercera, quien agregó que “estamos viendo la factibilidad técnica, revisando los costos que tendría y si efectivamente es posible en el marco que establece el convenio”.
El diputado opositor de la región de La Araucanía, Miguel Mellado, habría dicho en un almuerzo con la ministra y el subsecretario de Justicia el 28 de septiembre pasado, que se debía pedir Bienes Nacionales un terreno a las afueras de una de las ciudades de la región, e instalar una cárcel de alta seguridad exclusiva para imputados por delitos vinculados a la violencia rural.
Mellado explicó que “tiene que haber seguridad para los internos, sus familias y también para los gendarmes, y así terminar con los disturbios en las calles de las ciudades donde están actualmente los penales. Por eso yo le dije al gobierno que se necesita esta cárcel para imputados y condenados de pueblos originarios y que ahí estén todos juntos”.
Reacciones
El diputado de La Araucanía, Andrés Jouannet, comentó a Emol.com que la propuesta “hay que estudiarlo bien, esto no es una cuestión solamente de anuncios como nos tiene acostumbrado el Gobierno y después no pasa nada”, y que “yo creo que efectivamente podría darse la posibilidad de que exista una cárcel especial para segregar a la población indígena, pero que sea comprobado que es parte de una cultura y ancestralidad indígena”.
La parlamentaria oficialista, Ericka Ñanco, dijo que es necesario preguntar a las comunidades sobre esta idea “y también con los familiares de quienes hoy día están privados de libertad. Así es como se escucha a los distintos pueblos. Más allá de lo que puedan opinar parlamentarios o parlamentarios de la zona, necesitamos escuchar a las comunidades y cuáles son las demandas reales en este tipo de materia”.
Miguel Ángel Becker, diputado electo por La Araucanía, no se mostró de acuerdo con esta propuesta. “Me parece que es seguir segregando. Me parece que no es la forma. Los delincuentes comunes deben estar en cárceles comunes y para eso entonces no debe ser como se está proponiendo en este caso de tener cárceles separadas para personas que han sembrado el terror y la mala calidad de vida que tenemos hoy día especialmente en la Macrozona Sur”. El parlamentario, Henry Leal, opinó que “no estoy de acuerdo con crear cárceles especiales para un grupo, en este caso para los pueblos originarios, porque mañana hay que crear para los extranjeros y así. No, yo creo en la igualdad ante la ley por sobre todo. Todos a las mismas cárceles”.
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