Los partidos políticos chilenos anunciaron la noche de este lunes un acuerdo sobre la hoja de ruta que seguirá el nuevo proceso constituyente después de más de tres meses de intensas negociaciones.
“Recién se inicia un nuevo camino para avanzar en una nueva Constitución nacida en democracia, es una nueva oportunidad para forjar un nuevo futuro para nuestra patria y nuestro pueblo”, dijo el presidente del Senado, Álvaro Elizalde, tras firmar el documento en la biblioteca del antiguo Congreso de Santiago.
El presidente de la Cámara de Diputadas y Diputados, Vlado Mirosevic, añadió, por su parte, que “hemos tomado todos los resguardos para no cometer los errores del pasado y para que este proceso funcione bien”.
El pacto establece que el nuevo órgano redactor, que se llamará Consejo Constitucional, será integrado por 50 personas electas por la ciudadanía y que el proceso también contará con la participación vinculante de 24 expertos designados (12 por la Cámara de Diputadas y Diputados y 12 por el Senado en paridad) que acompañarán el recorrido.
“Las normas constitucionales propuestas se aprobarán por las 3/5 partes de las y los consejeros en ejercicio, sometiéndose la propuesta final a una aprobación del Consejo por el mismo quórum”, dice el documento.
Los expertos, “de indiscutible trayectoria profesional, técnica y/o académica”, elaborarán a partir de enero un anteproyecto que será la base de trabajo del órgano redactor, “al estilo de una idea matriz”, según establece el pacto.
Cuando el órgano redactor, que será paritario y tendrá escaños indígenas aunque no se sabe aún cuántos, tenga lista la propuesta de nueva Constitución, la devolverá a los expertos que iniciarán un proceso de armonización y podrán revisar aspectos de fondo, si así lo consideran.
El último paso será el plebiscito de salida, con voto obligatorio, que se proyecta para el 23 de noviembre de 2023.
El pacto también contempla 12 bases del nuevo texto fundamental que incluyen la mención de Chile como un Estado unitario, el Estado social y democrático de derecho, el reconocimiento de los pueblos indígenas y mantener a los órganos autónomos como el Banco Central, entre otros.
Al tratarse de una norma que reforma la Constitución actual, el acuerdo tendrá que votarse en forma de proyecto de ley en el Congreso y ser ratificado por 4/7 de los parlamentarios. Hoy se excluyeron de la firma del acuerdo el ultraderechista Partido Republicano y el Partido de la Gente, alineado en la derecha populista.
El pacto llega luego de más de tres meses de intensas negociaciones entre las fuerzas políticas en las cuales el diseño del mecanismo para elegir el órgano redactor del texto ha sido el principal escollo. Con el avance de las negociaciones, ambas partes han ido acercando posiciones hasta llegar al pacto de hoy.
El proceso constituyente chileno se cristalizó luego de la masiva ola de protestas que remecieron al país a fines de 2019, la mayor desde el fin de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
Los partidos dieron paso a una Convención Constitucional que operó durante un año para cambiar la ley fundamental heredada de la dictadura y reformada parcialmente en democracia.
La propuesta final fue desechada en un plebiscito el 4 de septiembre, y abrió un nuevo recorrido que se anunció la noche de hoy.
(Con información de EFE)
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