Las autoridades chilenas están en alerta después que se reportara el robo de un densímetro nuclear, delito que no es nuevo en el país.
La emergencia fue comunicada por la Secretaría Regional Ministerial (Seremi) de Salud de la Región Metropolitana, por medio de un mensaje publicado en sus redes sociales.
El organismo advirtió que el densímetro nuclear “es altamente perjudicial para las personas que no saben manipularlo”, y que, en caso de encontrar este instrumento, se debe informar a la Seremi de Salud, a la Policía de Investigaciones o a Carabineros. Este elemento fue extraído de la comuna de San Miguel, ubicada en Santiago.
No es primera vez que ocurre un caso como este en Chile. En mayo del 2022 se reportó un robo de un densímetro desde la comuna de La Cisterna, también en Santiago.
La Seremi de Salud manifestó en ese entonces que “informamos robo de densímetro nuclear en la comuna de La Cisterna desde una camioneta. Este aparato contiene material radiactivo, una vez abierto, es altamente peligroso para la vida humana y medio ambiente”.
En julio de este año también se reportó el robo de un instrumento como este en Rancagua, una ciudad ubicada a 86 kilómetros al sur de Santiago. En esa ocasión el densímetro fue extraído desde una camioneta y las autoridades anunciaron “una investigación junto con otras entidades para buscar responsabilidades, y además nuestro rol es informar a la comunidad sobre los riesgos del equipo en cuestión, ya que la mala manipulación podría generar daños en la salud de las personas, llegando incluso a desenlaces fatales”.
Qué es un densímetro nuclear
Un densímetro nuclear es un aparato que sirve para ser utilizado en estudios de suelo, para determinar la humedad y la densidad, además de otras mediciones técnicas. Estos elementos tienen dos fuentes radiactivas encapsuladas que, si son mal utilizadas, podría significar un riesgo para las personas.
Estos instrumentos no se pueden vender sin una autorización de la Seremi de Salud, y su “utilización, transporte o el mantenimiento sin autorización, es sancionado de acuerdo a la legislación vigente, lo que hace imposible su venta en el mercado informal”.
Gonzalo Soto Brandt, autoridad a cargo de la Seremi, advirtió tras el robo ocurrido en mayo que “las personas deben saber que estos equipos no pueden ser manipulados por inexpertos. No deben ser desarmados, fundidos, golpeados, cortados o perforados, dado que puede quedar expuesto el material radioactivo que contiene, el cual es altamente nocivo para la vida humana y el ambiente”.
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