Chile: un hombre que extorsionó a más de 30 mujeres tras robarle fotos íntimas fue condenado a 4 años de prisión domiciliaria

José Zárate lograba acceder al correo electrónico y las cuentas en redes sociales de sus víctimas y conseguía su material

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El extorsionador utilizaba una cuenta de venta de desayunos para engañar a sus víctimas.
El extorsionador utilizaba una cuenta de venta de desayunos para engañar a sus víctimas.

Un informe periodístico reveló que un hombre acosó y extorsionó a más de 30 mujeres en Chile después de acceder a sus fotos íntimas en Internet.

El Centro de Investigación Periodística (Ciper) dio a conocer que José Zárate, un estudiante de biología de 32 años, vulneraba las cuentas de redes sociales de sus víctimas para extraer fotografías íntimas que usaba para extorsionarlas.

Fueron más de 30 las víctimas pero 19 de ellas participaron en el proceso judicial. Una de ellas fue Lorena, quien dio su testimonio a Ciper, el que revela los inicios de su caso y una serie de eventuales faltas de protocolo de las policías y la fiscalía al momento de recibir y tratar las denuncias.

La pesadilla de Lorena se inició en junio del 2021 cuando un “hacker bueno” le escribió un correo sobre un peligro en desarrollo y le recomendó “cambiar el correo electrónico asociado a sus cuentas de redes sociales como Instagram y Facebook”. Sin embargo, ella sospechó y no lo hizo.

Al poco tiempo, José Zárate reveló su verdadero rostro y amenazó con quitarle el acceso a sus redes sociales. “Después le envió fotos de ella en bikini y en ropa interior. Luego subió el tono: le envió fotos íntimas y le dijo que si no obedecía sus órdenes le enviaría esos registros a sus amigos y familiares”.

Desde una cuenta de emprendimiento de venta de desayunos, Zárate recorría la red hasta que encontraba a sus víctimas. A ellas les ofrecía canjes: si accedían a promocionar su negocio, él les enviaría productos gratis. Casi siempre contactaba a “mujeres atractivas y, por lo general, jóvenes”. Al aceptar, las mujeres debían rellenar un formulario con su nombre, un correo electrónico asociado y una contraseña. “Cuando esa contraseña coincidía con la que utilizaban en sus emails, él penetraba sus correos y cuentas de redes como Instagram y Facebook. Desde ahí extraía fotos íntimas y comenzaba la pesadilla”.

Con Lorena, el “hacker bueno” tuvo un inconveniente: el correo que escribió en el formulario no era el que ella utilizaba para manejar sus cuentas virtuales. De ahí la recomendación de cambiar el correo asociado a sus cuentas de redes sociales.

Denuncia

Tres víctimas conversaron con Ciper sobre este caso y todas coincidieron que “a la hora de denunciar es que policías y fiscales no están preparados para protegerlas cuando se realizan las diligencias o cuando recogen sus testimonios”.

Ellas tampoco habrían recibido “apoyo en el Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género (Sernameg), que depende del Ministerio de la Mujer”. Desde este organismo respondieron que ese servicio “tiene facultades por ley para atender a víctimas y sobrevivientes de violencia en casos muy específicos, que es violencia en contexto de pareja o expareja, en casos de violencia sexual también. Pero la ciberviolencia la ven otras instituciones”.

Josefa, otra víctima de Zárate, comentó que tras rellenar el formulario sus redes sociales fueron secuestradas, y que al otro día recibió un mensaje del perpetrador: “tengo tu cuenta secuestrada. Hagamos un trato simple, manda un pack bueno y te la devuelvo”. El “pack” eran más fotos íntimas que quería el extorsionador a cambio del regreso de las cuentas.

Josefa se contactó en múltiples oportunidades con la Brigada del Cibercrimen de la Policía de Investigaciones de la ciudad de Valparaíso (PDI) pero no obtuvo respuesta. Fue a Carabineros pero recordó que años atrás había intentado denunciar a una persona sin éxito. Una conocida que trabaja en la fiscalía le dijo que “probablemente su caso quedaría en nada por la falta de una ley que penalice este tipo de conductas”.

Al mismo tiempo, el extorsionador seguía en lo suyo. “Esta es la última advertencia’, tienes hasta las 23:59 para hacer lo que te digo, si no lo haces, tus profesoras de la universidad, tu familia, tu trabajo van a recibir tus fotos, no creo que te quieras hacer conocida por esto”, fue una de las amenazas que recibió Josefa. Él cumplió su palabra”.

La mujer recordó esos momentos manifestando que “yo estaba súper desamparada, porque en realidad a mí me estaba pasando algo que legalmente no estaba ocurriendo”.

Declaraciones

Si denunciar fue un proceso complejo, declarar ante las autoridades lo fue de igual manera. Josefa recordó en el informe periodístico que un día estaba en una oficina con 30 policías para prestar declaración. Le pasaron una carpeta y uno le dijo “necesito que te busques y que te identifiques porque esto tengo que registrarlo, para comprobar que tú si eres una de las víctimas”.

La mujer se percató que su carpeta estuvo entre otros archivos, a la vista y paciencia de todos. “Sí, esta soy yo”, dijo con discreción al momento de identificar una imagen suya. “Yo abro esta carpeta impresa a hoja completa y fue muy chocante, porque eran las fotos explícitas de muchas víctimas, pero impresas completas, fue muy violento”.

Desde la PDI indicaron que “todos los procedimientos que realizan los detectives que investigan delitos relacionados a violencia digital, y abuso sexual impropio, siempre resguardan la integridad e intimidad de las personas”. EFE/Alberto Valdés
Desde la PDI indicaron que “todos los procedimientos que realizan los detectives que investigan delitos relacionados a violencia digital, y abuso sexual impropio, siempre resguardan la integridad e intimidad de las personas”. EFE/Alberto Valdés

Marta, otra víctima de Zárate, cuenta que un policía le hizo preguntas y después la dejó sola en una sala. Allí revisó registros de 27 mujeres. “Fue fuerte, porque ya no solamente era como el caso con este tipo, sino que tú te das cuenta de que la gente de la PDI ven todas estas fotografías íntimas tuyas, andas de mano en mano, de archivo en archivo”.

La PDI respondió sobre esto, y dijo que “todos los procedimientos que realizan los detectives que investigan delitos relacionados a violencia digital, y abuso sexual impropio, siempre resguardan la integridad e intimidad de las personas”.

Defensa

A las víctimas solo les quedó al autodefensa. La posibilidad de tener a un abogado privado era difícil debido al alto costo monetario. Por esto es que se contactaron con Jessica Matus, fundadora y directora de la Fundación Datos Protegidos para conseguir orientación.

En marzo del 2022 el grupo de mujeres se adjudicó USD 8 mil del fondo de Respuesta Rápida para la Protección de Derechos Digitales en América Latina (FRR) lo que logró financiar los costos de la demanda colectiva.

José Zárate debió enfrentar un juicio abreviado que se desarrolló el pasado 30 de noviembre en donde se le procesó por delito informático y amenazas condicionales. Fue sentenciado a cuatro años de libertad vigilada, pero se le restará un año y dos meses que estuvo en prisión preventiva. Las mujeres esperaban que el imputado siguiera en la cárcel porque “este es un delito tal cual como un asesinato, porque es como que te maten en vida”.

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