Avanza en el Congreso brasileño un proyecto de Lula para aumentar el gasto social pero el plan genera dudas en los mercados

Expertos advierten que la propuesta redactada para una exención de gastos está muy por encima de las estimaciones de los inversionistas, lo que ejerce presión sobre la inflación

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Vista general de la plenaria de la Cámara de Diputados del Parlamento brasileño. EFE/Fernando Bizerra Jr./Archivo
Vista general de la plenaria de la Cámara de Diputados del Parlamento brasileño. EFE/Fernando Bizerra Jr./Archivo

El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, logró este martes el apoyo mínimo necesario en el Parlamento para que se discuta un proyecto que abrirá espacios en los presupuestos de 2023 para financiar subsidios a los más pobres. Sin embargo, según el fondo de cobertura local Opportunity, la moneda brasileña podría caer a un mínimo histórico si Lula da Silva sigue adelante con este costoso plan de gastos y una elección para el Ministerio de Finanzas que sea poco favorable al mercado.

El plan del gobierno entrante apunta a separar los recursos destinados a ese programa de asistencia de los presupuestos para el año próximo, con lo que ese dinero quedaría fuera del límite de gastos anuales que impone una polémica ley en vigor desde 2016.

Según la norma actual, los presupuestos anuales del Gobierno no pueden aumentar más allá de la inflación registrada en el ejercicio anterior, lo cual acaba congelando el gasto público en términos reales y, para el equipo de Lula, impide ampliar la asistencia social y la inversión pública, incluso en áreas estratégicas.

El proyecto presentado por el equipo de transición propone que en el próximo cuatrienio sean liberados de ese techo de gastos unos 198.000 millones de reales (38.000 dólares), que representarían en torno al 2 % de los presupuestos previstos para 2023.

Si bien parece haber consenso para aprobar la liberación de esos recursos, existen diferencias en el Parlamento en relación al plazo, pues los cuatro años propuestos por el equipo de Lula representan todo el mandato que asumirá el próximo 1 de enero.

De acuerdo con el texto, cerca del 75% de ese dinero se utilizaría para financiar el Bolsa Familia, un plan de asistencia directa a los sectores más empobrecidos de la sociedad, y el resto se volcaría a inversiones públicas en diversas áreas, como salud y educación, que en los últimos años han sufrido profundos recortes presupuestarios.

El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, gesticula durante una reunión con miembros del equipo de transición del gobierno en Brasilia, Brasil, el 10 de noviembre de 2022 (REUTERS/Ueslei Marcelino)
El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, gesticula durante una reunión con miembros del equipo de transición del gobierno en Brasilia, Brasil, el 10 de noviembre de 2022 (REUTERS/Ueslei Marcelino)

El proyecto presentado por el equipo de transición requería del apoyo de al menos 27 de los 81 senadores para comenzar a tramitar, pero este martes ya había sido apoyado formalmente por una treintena de legisladores. El próximo paso será un debate en una comisión del Senado que deberá evaluar la constitucionalidad de la propuesta, y en caso de avanzar será sometido a dos votaciones en el pleno de la Cámara alta, necesarias porque el proyecto fue presentado bajo la figura de enmienda constitucional.

Si fuera aprobado, será remitido a la Cámara de Diputados para un trámite similar. Sin embargo, para que esté en vigor a partir del 1 de enero y Lula cuente con esa enmienda al asumir la Presidencia, el trámite para su aprobación deberá concluir en unos quince días, antes de que el Parlamento vote los presupuestos para 2023. Hasta ahora, el Senado y de la Cámara baja se han comprometido a dar celeridad a la discusión, que tiene un relativo apoyo hasta de algunos partidos de la base del actual presidente, Jair Bolsonaro, quien en la campaña electoral en que fue derrotado por Lula ya había anticipado que presentaría una propuesta similar.

El real caería un 13%

El real podría retroceder hasta un 13% a 6 por dólar y las acciones estarían vulnerables si se aprobara el plan, según Marcos Mollica, administrador de cartera del fondo de cobertura local Opportunity, que maneja 81.000 millones de reales (USD 15.200 millones). La propuesta enviada al Congreso para una exención de gastos está muy por encima de las estimaciones de los inversionistas, lo que ejerce presión sobre la inflación, dijo.

Si bien el proyecto de ley presentado el lunes busca excluir más de 195.000 millones de reales al año del tope fiscal del país —una legislación que apunta a evitar el gasto excesivo—, Mollica dice que 80.000 millones de reales serían suficientes para cumplir con las promesas de campaña de Lula de aumentar los pagos de ayuda social y elevar el salario mínimo por encima de la inflación.

Foto de archivo de un billete de 100 dólares y un billete de 100 reales en San Pablo, Brasil (EFE/Fernando Bizerra Jr.)
Foto de archivo de un billete de 100 dólares y un billete de 100 reales en San Pablo, Brasil (EFE/Fernando Bizerra Jr.)

“Con esa propuesta, un recorte en las tasas de interés quedaría fuera del menú el próximo año”, señaló, y agregó que actualmente es “mucho más probable” un aumento en la tasa de referencia de Brasil. Mollica, que administra alrededor de USD 755 millones en cuatro de los fondos de la firma, comenzó a apostar por caídas en las acciones brasileñas y su moneda luego de la estrecha victoria de Lula el 30 de octubre.

Si bien los mercados inicialmente subieron después de la votación, la percepción rápidamente empeoró cuando el presidente electo señaló que a futuro habría más gastos. El real ha bajado un 2,3% este mes, dejando pasar un repunte que ha impulsado los activos de los mercados emergentes. En el mismo lapso, el índice bursátil brasileño Ibovespa ha retrocedido más de un 6% en términos de dólares, uno de los indicadores de referencia globales con peor desempeño.

Con información de EFE y Bloomberg

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