Siete delincuentes tomaron un hospital de Ecuador para asesinar a un sicario de 16 años pero la policía logró atraparlos

Siete delincuentes ingresaron al hospital de Chone, en Manabí, en el litoral de Ecuador, para asesinar a un sicario de 16 años. Los criminales que estaban armados con fusiles y armas largas tomaron como rehenes a cinco de los trabajadores del área de salud e incluso utilizaron a una enfermera como escudo humano.

Los cuerpos de élite de la Policía Nacional intervinieron en el centro de salud y recuperaron el control, además liberaron a los rehenes y evacuaron a otras personas, así lo anunció el comandante general, general Fausto Salinas.

El ministro del Interior, Juan Zapata, informó a los medios de comunicación que la acción de la policía para retomar el control del hospital sucedió “sin un solo tiro”.

En una entrevista en la televisión pública, el secretario de Estado indicó que este hecho violento es parte de los “enfrentamientos entre bandas delictivas por espacios de poder, economías ilegales y temas de microtráfico”. Esto fue ratificado por el comandante Salinas en una rueda de prensa ofrecida este lunes por la mañana, quien agregó que estas personas buscan controlar no solo los micromercados del narcotráfico sino los mercados internacionales.

Según la información proporcionada por la Policía Nacional, los siete delincuentes que se tomaron el hospital buscaban a alias Cara Sucia, que estaba herido de bala, pero que no se encontraba en ese centro de salud.

Los delincuentes ingresaron al hospital y amedrentaron al personal con disparos. Al ver que alias Cara Sucia no estaba en el lugar intentaron escapar, pero al no poder tomaron como rehenes a las personas del centro de salud.

Salinas relató que los cuerpos de élite de la Policía Nacional intervinieron inmediatamente, se activaron los protocolos necesarios y “se formó un cerco perimetral con varias unidades”. Una vez rodeado el hospital y ante una “ventaja táctica”, el oficial a cargo de la operación y su equipo ingresaron al lugar y llegaron hasta el segundo piso, donde estaban los delincuentes. Allí se produjo un enfrentamiento en el que “los delincuentes dispararon a los policías, los uniformados respondieron y estos se rindieron. La policía los sometió e inmovilizó”, contó el comandante general.

Según la información disponible, alias Cara Sucia es un sicario menor de edad, de 16 años. El comandante Salinas informó que alias Cara Sucia está involucrado en varios hechos delictivos y se lo investiga por presuntamente haber participado en un ataque en el que un policía murió. Salinas aseguró que el menor “era contrario al grupo de Los Choneros por eso lo buscaban”.

Como resultado del operativo, la policía decomisó 2 fusiles, 3 escopetas y 2 chalecos balísticos. Las Fuerzas Armadas que brindaron apoyo a la Policía informaron que también se incautaron 227 municiones.

De los siete detenidos, uno es extranjero y los seis restantes ecuatorianos. Salinas informó que algunos tienen antecedentes por tráfico y posesión de drogas.

Lo sucedido en Manabí revela la escalada de violencia que vive Ecuador. Otro ejemplo de eso es Esmeraldas, la provincia ubicada en la frontera norte que es la más violenta del país, según la tasa de muertes violentas por cada 100.000 habitantes.

Hasta el 20 de octubre de este año, la provincia de Esmeraldas registró 416 muertes violentas desde enero de 2022, 179% más que los 149 homicidios en 2021.

Esmeraldas tiene una tasa de 64 homicidios por cada 100.000 habitantes, lo que constituye la tasa más alta en la historia del país y en una de las diez tasas por ciudad más altas del mundo, junto con las mexicanas Tijuana y Acapulco o las venezolanas Caracas y Ciudad Guayana.

Los grupos armados y las bandas criminales que allí operan mantienen en la zozobra a los habitantes, que incluso han optado por cerrar sus negocios más temprano con tal de protegerse de los delincuentes que los extorsionan y amedrentan.

Salinas informó a los medios locales que durante este último Estado de Excepción, que incluye a Esmeraldas, Guayas y Santo Domingo, la violencia ha disminuido y dio cifras sobre las acciones policiales que han permitido la incautación de 8.000 armas y la intervención de 113 “blancos”, es decir, personas que ocupan puestos importantes en las redes de criminalidad organizada que operan en el país.

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