La victoria del equipo ecuatoriano en el partido inaugural ante el anfitrión del mundial de Qatar 2022 no solo trajo alegrías al país sino que abrió un debate sobre el abandono estatal en Esmeraldas, la provincia fronteriza que se ha convertido en uno de los lugares más violentos del Ecuador por la presencia de bandas criminales y grupos armados irregulares que tienen vínculos con el narcotráfico.
Enner Valencia, que inauguró el mundial de Qatar 2022 marcando goles a favor de la selección de Ecuador y que se consagró como el goleador ecuatoriano histórico en los mundiales, es originario de Esmeraldas, la provincia más olvidada de Ecuador.
El triunfo de La Tri, como los ecuatorianos llaman a la selección de fútbol, sucedió el mismo día en el que Esmeraldas conmemoró 175 años de provincialización.
Enner Valencia nació en San Lorenzo, uno de los cantones de Esmeraldas, conocido no solo por ser cuna del goleador ecuatoriano sino por la violencia, secuestros y muertes que allí suceden.
San Lorenzo está ubicado a 290 kilómetros de Quito. El cantón se ubica en la frontera con Colombia y su población es constantemente amedrentada por los grupos narcodelictivos que allí operan, pues esa es la puerta de ingreso de la droga que se cultiva en Colombia a Ecuador.
En el 2018, San Lorenzo, fue el escenario del atentado a un cuartel de Policía y luego del secuestro del equipo periodístico de diario El Comercio, cuyos integrantes fueron asesinados por el Frente Oliver Sinisterra, un grupo de disidentes de las Fuerzas Revolucionarias de Colombia (FARC).
San Lorenzo, así como otros cantones de Esmeraldas, han visto crecer a las grandes figuras del fútbol ecuatoriano. El deporte se ha convertido en un pase para que los niños y jóvenes aspiren a una mejor calidad de vida, pero hoy incluso esa oportunidad les es esquiva, pues las bandas delictivas están cooptando a los menores para que se unan a sus crímenes.
Enner Valencia, que ahora juega en el Fenerbahce de Turquía, creció en una situación de pobreza. Durante su niñez apoyaba a su padre a ordeñar vacas y a vender leche, pero sus destrezas futbolísticas le permitieron jugar en los mejores equipos del Ecuador y luego ser reclutado por equipos internacionales.
Hoy Valencia no solo es el goleador ecuatoriano que inauguró los goles del mundial, también es el mejor jugador de la Superliga turca de este año.
Pero en contraste con el éxito de Enner Valencia y otros deportistas esmeraldeños, hasta el 20 de octubre de este año, la provincia de Esmeraldas registró 416 muertes violentas desde enero de 2022, 179% más que los 149 homicidios en 2021.
Esmeraldas tiene una tasa de 64 homicidios por cada 100.000 habitantes, lo que constituye la tasa más alta en la historia del país y en una de las diez tasas por ciudad más altas del mundo, junto con las mexicanas Tijuana y Acapulco o las venezolanas Caracas y Ciudad Guayana.
El abandono estatal a la provincia fronteriza no solo demuestra la ineficiencia gubernamental sino la exclusión racial que aún está instalada en Ecuador.
Las personas que gritaron emocionadas el gol de Valencia, pertenecen al mismo Ecuador que aún discrimina a los afroecuatorianos, a quienes, según advierte la Organización de Naciones Unidas, se les niega constantemente su derecho a un medio ambiente limpio, así como el acceso a la justicia, a la educación, y al trabajo decente.
Los afroecuatorianos, como Valencia, representan el 7.2 % de la población nacional, sin embargo, representan el 40% de aquellos que viven en la pobreza. Es por eso que los lugares que mayor población afro concentran, como Esmeraldas, tienen altos índices de pobreza y desigualdad.
El presidente del Grupo de Trabajo de la ONU sobre Afrodescendientes, Ahmed Reid, explicaba que “Esmeraldas es una de las provincias más pobres de Ecuador; el 85% de su población vive por debajo del umbral de pobreza, el 23% tiene acceso únicamente a los servicios más básicos, y el 15% de la población es analfabeta”.
Prueba de la inequidad, en algo tan básico como el acceso a la educación, es que en el Ecuador los afroecuatorianos, como los montubios y los indígenas, tienen los niveles más bajos de escolaridad y mientras que el 32 % de blancos y el 24 % de mestizos acceden a la universidad, solo el 11 % de afros pueden ingresar a la educación superior y de estos solo el 6 % se titula, según muestra el Censo de 2010 y el Sistema Integrado de Indicadores Sociales del Ecuador de 2013.
El Ecuador que aún es racista es el mismo que se alegra y reconoce a los afroecuatorianos cuando ganan medallas o torneos deportivos, pero que luego de la algarabía los excluye.
Como otras estrellas deportivas que alcanzan la cima y que no olvidan sus orígenes ni ignoran la realidad de los suyos, Enner Valencia ha decidido donar a Esmeraldas todos los premios económicos que obtenga durante el mundial de este año.
Enner Valencia, como mencionaron varios hinchas en redes sociales, con su fútbol, su historia y su altruismo ha hecho más por su provincia que muchas autoridades. Los goles de Enner Valencia no solo le dieron la primera victoria a Ecuador en Qatar y lo convirtieron en el primer equipo del mundo en vencer al anfitrión en el partido inaugural, sino que han vuelto a poner en la palestra pública los problemas que Esmeraldas y su población enfrentan.
SEGUIR LEYENDO: