Lula y el vicepresidente de la Comisión Europea se reunieron en la COP27 y acordaron cooperar para frenar la deforestación

El presidente electo de Brasil mantuvo una reunión con Frans Timmermans al margen de la cumbre del clima en Egipto

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Lula da Silva en la COP 27 (REUTERS/Mohamed Abd El Ghany)
Lula da Silva en la COP 27 (REUTERS/Mohamed Abd El Ghany)

El vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, se reunió por primera vez con Luiz Inácio Lula da Silva desde su elección como presidente de Brasil, al margen de la cumbre del clima COP27, para sentar las bases de una futura cooperación, incluida la deforestación, informaron a la agencia de noticias EFE fuentes de la Unión Europea (UE).

Durante el encuentro, “sentaron una buena base para la futura cooperación entre la UE y Brasil, incluida la deforestación”, informaron fuentes comunitarias, que no aportaron más detalles de este encuentro mantenido a puerta cerrada.

En una entrevista a EFE, Timmermans ya adelantó que se reuniría con Lula y afirmó que la deforestación es “una de las prioridades de la UE” y esperaba que, junto con Brasil, pudiera “desarrollar algunas ideas realmente buenas en este campo”.

Ayer, el presidente electo brasileño anunció al mundo desde Sharm el Sheij que “Brasil está de vuelta” en la senda de la lucha contra el cambio climático, después de cuatro años de “negacionismo climático” de su antecesor, Jair Bolsonaro.

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En su primera visita al exterior desde que ganara las elecciones presidenciales el pasado 30 de octubre, el veterano político aprovechó la ocasión para confirmar que el cambio climático en su país, el mayor custodio de la selva amazónica, tendrá el “más alto perfil en la estructura” de su gobierno y que “los crímenes ambientales serán combatidos sin tregua”.

Frans Timmermans mantuvo un encuentro a puerta cerrada con Lula (REUTERS/Yves Herman)
Frans Timmermans mantuvo un encuentro a puerta cerrada con Lula (REUTERS/Yves Herman)

Además, apoyó la creación de un fondo para compensar a los países en desarrollo por los costosos daños causados por los desastres naturales relacionados con el clima.

“Necesitamos urgentemente mecanismos financieros para remediar las pérdidas y los daños causados por el cambio climático”, dijo Lula en la conferencia sobre el clima COP27 de la ONU en Egipto, donde el tema ha dividido a las naciones ricas y en desarrollo.

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Lula criticó varias veces al presidente Jair Bolsonaro, quien impulsó el desarrollo económico de la Amazonia, tanto en su retórica a favor de las empresas como en la manera como administró los bosques. Lula asumirá el 1 de enero.

“Brasil no puede permanecer aislado como en los últimos cuatro años. (Funcionarios brasileños) no viajaron a otros países y ningún otro país viajó a Brasil”, dijo Lula.

El martes por la noche, Lula y el enviado estadounidense John Kerry se reunieron para discutir medidas contra el cambio climático y la deforestación, según un comunicado de un vocero del Departamento de Estado a The Associated Press. Lula tiene previstas reuniones con ministros de varios países.

Promesa a la sociedad civil de “reconstruir” Brasil

Este jueves, Lula también se reunió con representantes de la sociedad civil en un encuentro en el que prometió “reconstruir” un país que está “peor que en 2003″, cuando llegó al poder por primera vez.

“Quiero que ustedes me ayuden a reconstruir el país”, dijo Lula en el balneario egipcio de Sharm el Sheij a una audiencia de oenegés y organizaciones brasileñas, que lo vitorearon repetidamente y lo despidieron a gritos de “Brasil volvió”.

“Estamos felices con su llegada” al poder, pero “nos mantendremos vigilantes” porque “demandas, presidente, tenemos muchas”, dijo Puyr Tembé, de la Asociación de Pueblos Indígenas de Brasil (APIB).

“Usted vino a escucharnos; el actual gobierno [de Jair Bolsonaro] quería callarnos”, abundó Marcio Astrini, secretario ejecutivo del Observatorio del Clima, una oenegé muy activa en la documentación de los daños en la Amazonía.

El dirigente izquierdista de 77 años prometió enérgicamente retomar la agenda social de sus dos primeros mandatos (2003-2010), que sacaron de la pobreza a 30 millones de personas.

Y se comprometió a combatir la desnutrición en Brasil, que en 2021 reapareció en el llamado “mapa del hambre” de la ONU, con el dato de que el 28,9% de la población de este país de 213 millones de habitantes padece “inseguridad alimentaria moderada o severa”.

El gigante sudamericano había sido eliminado de ese registro en 2014, tras la bonanza económica y las políticas sociales de Lula y su sucesora Dilma Rousseff.

(Con información de AFP, EFE y AP)

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