Amílcar Fretes Escobar, el hijo del titular de la Corte Suprema de Paraguay, se encuentra envuelto en un escándalo en el que se lo acusa de obtener un soborno a cambio de evitar la extradición de un criminal brasileño. Es por ello que, en medio de estas denuncias, Fretes Escobar presentó este jueves su renuncia a Itaipú Binacional alegando “motivos personales”, la cual fue aceptada y considerada con efecto inmediato.
Según comentó en los estudios del canal ABC Cardinal, Fretes afirmó que su padre no tenía conocimiento del acuerdo del que se lo acusa y que fue descubierto con la incautación de su celular mientras se realizaban pesquisas en busca de pruebas por el homicidio del fiscal Marcelo Pecci.
Tras trascender la dimisión, la compañía emitió un comunicado en el que anunciaba la decisión del hijo de Antonio Fretes. “ITAIPU Binacional informa que el señor Amilcar Alfredo Fretes Escobar ha presentado renuncia a la Entidad, la cual fue acepta de forma inmediata”, se lee en el comunicado, que agrega a su vez que “el mismo ha sido desvinculado de la ITAIPÚ Binacional, a partir de la fecha, conforme a las normativas legales vigentes en el ámbito interno de la ITAIPU”.
Hasta este jueves, Amílcar Fretes Escobar se desempeñaba como funcionario administrativo en la oficina de Asunción de la empresa que controla la presa hidroeléctrica situada entre Paraguay y Argentina y percibía un salario de casi 18 millones de guaraníes. A su vez, formaba parte de la larga lista de familiares del titular de la Corte Suprema que estaban beneficiados con importantes salarios en distintas instituciones públicas.
La dimisión de Fretes se dio luego de que, esta mañana, asegurara haber firmado un contrato para dar asistencia legal a Kassem Mahamad Hijazi aunque sin haber llegado a cobrar la suma de USD 368.000 en forma de soborno.
El hijo del titular de la Corte Suprema paraguaya está acusado de haber negociado con el criminal brasileño un pago que asciende a los 40 millones de guaraníes, cuando se desempeñaba como superintendente de la entidad, a fin de evitar la extradición a Estados Unidos del acusado.
Kassem Mohamad Hijazi, de origen libanés, está acusado de lavado de dinero por el país nortemaericano que, finalmente, logró su extradición el pasado julio. Así, en un vuelo chárter con fuerte presencia de custodia policial y militar, partió desde el aeropuerto Silvio Pettirossi, que sirve a Asunción, con destino a la ciudad de White Plains, en el estado de Nueva York.
Hijazi estaba detenido en Paraguay desde el 24 de agosto del 2021, cuando había sido interceptado por la policía local de Ciudad del Este -al sureste del país- y tras ser sancionado ese mismo día por el Departamento del Tesoro junto a Khalil Ahmad Hijazi y a Liz Paola Doldán, por desempeñar un papel en la corrupción del país.
Las autoridades presumen, por otro lado, que el brasileño está vinculado con Hezbollah y es uno de los sospechosos del asesinato del fiscal Pecci, el pasado martes 10 de mayo en Cratagena de Indias, Colombia.
Si bien aún no hay pruebas definitorias, las hipótesis señalan que la organización terrorista habría contado con el apoyo de la mafia de Brasil para planear y llevar a cabo el asesinato del funcionario que había dado varios golpes contra el narcotráfico.
A su vez, en las últimas horas, el embajador estadounidense en Asunción compareció frente al presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez, para reclamar “información creíble” que permita arrestar a “las personas que conspiraron” en el crimen del funcionario. En ese sentido, el Gobierno de Estados Unidos anunció una recompensa de “hasta cinco millones de dólares” por información que conduzca a la detención o condena de los autores del crimen.
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