Seguidores de Jair Bolsonaro pidieron a las Fuerzas Armadas una intervención militar para impedir la investidura de Lula da Silva

Las concentraciones más numerosas se produjeron ante el cuartel general del Ejército, en Brasilia, y ante el Comando del Sureste, en Sao Paulo, donde los manifestantes pidieron insistentemente que las fuerzas castrenses “salven Brasil”

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Seguidores de Jair Bolsonaro pidieron a las Fuerzas Armadas una intervención militar para impedir la investidura de Lula da Silva. (REUTERS)
Seguidores de Jair Bolsonaro pidieron a las Fuerzas Armadas una intervención militar para impedir la investidura de Lula da Silva. (REUTERS)

Miles de bolsonaristas se concentraron este martes, día de la República, ante los cuarteles de varias ciudades brasileñas para pedir una intervención militar con el propósito de impedir la investidura del presidente electo, Luiz Inácio Lula da Silva.

Las concentraciones más numerosas se produjeron ante el cuartel general del Ejército, en Brasilia, y ante el Comando Militar del Sureste, en Sao Paulo, donde los manifestantes pidieron insistentemente que las Fuerzas Armadas “salven Brasil”.

Los manifestantes iban vestidos en su gran mayoría con la camiseta de la selección brasileña, portaban banderas y muchos de ellos llevaban letreros en portugués o inglés en los que se asegura que Brasil “fue robado” en las elecciones del pasado 30 de octubre.

Las protestas de este martes se produjeron a pesar de que las Fuerzas Armadas han manifestado su apoyo expreso a la democracia y han reconocido su plena “conformidad” con el resultado de las elecciones, en las que Lula derrotó al presidente Jair Bolsonaro por un estrecho margen de 1,8 puntos porcentuales.

Las concentraciones más numerosas se produjeron ante el cuartel general del Ejército, en Brasilia, y ante el Comando Militar del Sureste, en Sao Paulo, donde los manifestantes pidieron insistentemente que las Fuerzas Armadas “salven Brasil”. (REUTERS)
Las concentraciones más numerosas se produjeron ante el cuartel general del Ejército, en Brasilia, y ante el Comando Militar del Sureste, en Sao Paulo, donde los manifestantes pidieron insistentemente que las Fuerzas Armadas “salven Brasil”. (REUTERS)

Los militares hicieron una auditoría al sistema de votación y no hallaron indicios de fraude en las elecciones, pero tampoco han descartado la posibilidad de que pudo haber sido cometido.

El propio Bolsonaro ha permitido el inicio del proceso de transición, aunque no ha llegado a reconocer públicamente su derrota en las urnas.

Desde el día posterior a las elecciones, los grupos de ultraderecha comenzaron las protestas, que en los primeros días llevaron a cientos de camioneros a bloquear decenas de carreteras en todo el país.

Estos bloqueos se levantaron pasados cuatro días de los comicios, después de que Bolsonaro pidió a sus seguidores que se abstuvieran de obstaculizar las carreteras, aunque en ese momento el capitán retirado del Ejército justificó las manifestaciones y las calificó de “legítimas”.

Los militares hicieron una auditoría al sistema de votación y no hallaron indicios de fraude en las elecciones, pero tampoco han descartado la posibilidad de que pudo haber sido cometido. (REUTERS)
Los militares hicieron una auditoría al sistema de votación y no hallaron indicios de fraude en las elecciones, pero tampoco han descartado la posibilidad de que pudo haber sido cometido. (REUTERS)

Desde entonces, pequeños grupos permanecen acampados frente a algunos cuarteles, pero los manifestantes solo han vuelto a las calles en números importantes en días festivos, como en el día de los Muertos y este martes, día de la República.

En un comunicado divulgado en la víspera de esta festividad, el Ejército reiteró que está al servicio de la “libertad, independencia y desarrollo” de Brasil y que tiene “la noble misión de defensa de la patria y de la garantía de los poderes constitucionales y de la ley y el orden”.

El mensaje de los militares concluye diciendo que el Ejército “supo interpretar los anhelos del pueblo al que sirve”, una frase ambigua que en grupos bolsonaristas, donde proliferan las noticias falsas, se ha interpreto como una invitación a manifestarse.

(Con información de EFE)

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