El dictador cubano Miguel Díaz-Canel y seis ministros clave de su régimen iniciaron este miércoles una gira internacional de marcado carácter económico y ligada a la crisis energética que sufre el país.
Poco antes de partir desde La Habana, Díaz-Canel dijo en su cuenta de Twitter @DiazCanelB que emprendió una gira que lo llevará a cuatro naciones: Argelia, Rusia, Turquía y China, “en respuesta a las invitaciones oficiales cursadas por los líderes de esas naciones”.
El viaje tendrá una duración de once días, hasta el domingo 27 de noviembre, y Díaz-Canel estará acompañado por los vice primeros ministros Ricardo Cabrisas y Alejandro Gil; el ministro de Exteriores, Bruno Rodríguez; su homólogo de Comercio Exterior, Rodrigo Malmierca; y los encargados de Energía y Salud, Vicente de la O y José Ángel Portal, respectivamente.
Imágenes oficiales de la televisión cubana mostraron que, para estos traslados internacionales, Díaz-Canel y su equipo utilizan un avión de Conviasa, la aerolínea estatal venezolana sancionada por Estados Unidos. Se trata del Airbus YV3535, comprado por el régimen chavista a la aerolínea iraní Mahan Air, también sancionada por la Oficina de Control de Activos Extranjeros de EEUU.
El dictador cubano se reunirá con el mandatario ruso Vladimir Putin la próxima semana en Moscú, según informó este miércoles la agencia de noticias rusa RIA, citando al embajador de la isla.
Díaz-Canel añadió que en la gira se abordarán temas esenciales “relacionados fundamentalmente con el sector energético” en busca de alternativas para reforzar su obsoleta red eléctrica.
El martes llegó a La Habana la séptima central de energía flotante, arrendada a la empresa Karadeniz Holding, con sede en Turquía, cuyo objetivo es suministrar megavatios adicionales al sistema electroenergético nacional.
Los problemas energéticos en la isla caribeña, que provocan molestos apagones diarios, son uno de los síntomas más dolorosos de una crisis financiera más profunda debido a las sanciones de Estados Unidos, la pandemia de COVID-19 y a la ineficiencia en la gestión económica, entre otras causas.
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha confirmado la visita de Díaz-Canel, representante de un país que es “socio muy importante” para Rusia y con el que “hay mucho de qué hablar”.
Asimismo, la Embajada cubana en Moscú adelantó que Díaz-Canel participará el próximo martes en la inauguración de un monumento a Fidel Castro, que se levantará en la plaza que lleva su nombre, ubicada en el distrito capitalino de Sokol.
La última visita de Díaz-Canel a Rusia tuvo lugar en octubre de 2019. En los años siguientes, Putin y Díaz-Canel conversaron por teléfono en varias ocasiones y reafirmaron los planes de intensificar la cooperación entre Moscú y La Habana. El dirigente cubano también expresó en esas llamadas telefónicas su agradecimiento a Putin por la ayuda rusa para combatir el coronavirus.
Este miércoles, el Senado ruso volvió a condenar el embargo estadounidense a Cuba y exigió su levantamiento. Según la resolución aprobada por los legisladores, el bloqueo que sufre la isla es “una violación sistemática de las normas del derecho internacional, contempladas en la Carta de la ONU y un desafío para todo el sistema de relaciones internacionales”.
(Con información de EFE, EuropaPress y Reuters)
Seguir leyendo: