Con videos grabados desde distintas prisiones del Ecuador, seis bandas criminales aseguran haberse unido para alcanzar un “acuerdo por la paz”.
En los cinco videos se observa a un vocero de los distintos grupos criminales acompañado por decenas de presos a sus espaldas. A manera de conferencia de prensa, con mesa, micrófono y comunicados escritos, los integrantes de estas bandas emitieron el anuncio.
Aunque está prohibido que los presos tengan teléfonos móviles y que las cárceles tengan acceso a internet, en las prisiones del Ecuador ingresan todo tipo de objetos prohibidos, como los dispositivos móviles, y apenas dos cárceles del país tienen inhibidores de señal.
En uno de los videos difundidos por la periodista especializada en seguridad y Derechos Humanos, Karol Noroña, y por la plataforma ciudadana SOS Cárceles, se escucha a un preso que se dirige al director general del Servicio Nacional de Atención Integral (SNAI) y a las “más altas autoridades” del país y anuncia que los grupos de delincuencia organizada Los Lobos, Los Tiguerones, Los Lagartos, los Mafia 18 Tiburones, Los Duendes y los Latin King “nos unimos en una sola causa que es retomar la paz y la tranquilidad de todo el territorio ecuatoriano y los centros de privación de libertad”.
Según el anuncio, el acuerdo de paz regirá para las prisiones de Cuenca, Latacunga, Guayaquil, Ambato, Machala, Riobamba, Loja, Ibarra, Tena y la cárcel de El Inca, en Quito.
“Estamos unidos para neutralizar estos actos violentos en contra de la ciudadanía en general y el Estado. Señor presidente, nosotros no estamos en guerra con el Estado ni somos beneficiarios de extorsiones ni secuestros ni de atentados que ocurrieron en los últimos días perpetrados por organizaciones contrarias”, aseguró uno de los voceros.
En el video también emitieron un pedido: “Solicitamos al gobierno nacional que nos ayude a llevar una buena rehabilitación ofreciéndonos cursos, capacitaciones y terapias psicológicas que son necesarias y que nos ayudarán en un futuro”. Además aseguraron tener un nuevo lema: “Una mente ocupada no es peligrosa”. La intervención terminó con aplausos de los presos acompañantes.
Los Tiguerones también difundieron un video. En la imagen se ve una pared con la identificación del cártel mexicano Jalisco Nueva Generación. La firma de esta banda y de Los Lobos apareció en los panfletos que anunciaron tres días de paro armado luego de que el gobierno decidió reubicar a los presos de la Penitenciaría del Litoral en Guayaquil. Sin embargo, en el video aseguran que Las Águilas y Los Gangsters, bandas aliadas a Los Choneros, intentan incriminarlos y que ellos no participaron en esos actos que repudian. “Lamentamos los amedrentamientos” a las unidades de policía, escuelas, casas de salud, y a las gasolineras, aseguró el vocero.
“La guerra no es en contra del Estado, pues nosotros estamos sometidos al mismo… Las organizaciones en mención nos sometemos a lo que digan las autoridades del SNAI y del gobierno, porque estamos supeditados a sus órdenes”, señalaron Los Tiguerones.
Por su parte, los Latin King, que llevan 30 años operando en el país, además de sumarse al acuerdo de paz, pidieron al gobierno “retomar los programas orientados a los jóvenes y sus familias, el apoyo educacional, salud y la generación de oportunidades laborales que tanto falta hacen a los sectores más olvidados. Exhortamos al gobierno de Guillermo Lasso a hacerlo”.
Noroña explicó en sus redes sociales que “la nación Latin King, solía mantenerse “neutral”, aunque se alineaba a la organización con más fuerza durante enfrentamientos”.
Ronny Aleaga, legislador afín al correismo, ha expresado públicamente que es un orgulloso Latin King. Aleaga, así como el capo Leandro Norero que fue asesinado en uno de los últimos amotinamientos en una prisión, fueron claves en la firma del pacto de no violencia que suscribieron los Latin King y los Ñetas en el 2009, durante el gobierno de Rafael Correa.
Los Choneros y Los Águilas no están dentro del acuerdo anunciado por las otras seis bandas. Hasta el momento no existe ningún pronunciamiento de las autoridades sobre el anuncio de los grupos delincuenciales ni sobre las facilidades que tuvieron los presos para montar el escenario para grabar y difundir el mensaje.
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