El jefe del Banco Central de Brasil, Roberto Campos Neto, defendió el viernes enfáticamente la necesidad de un equilibrio fiscal, luego de las declaraciones del presidente electo Luiz Inácio Lula da Silva que pusieron nerviosos a los mercados.
En un evento organizado por el grupo CFA Society Brasil, Campos Neto dijo que el país debe estar atento a los problemas sociales pero también al equilibrio fiscal, “de lo contrario, regresaremos a un mundo de incertidumbre”.
Lula, que asumirá el cargo el 1 de enero, presionó el jueves para tener más espacio y aumentar el gasto social sin establecer reglas fiscales a largo plazo ni nombrar a sus principales responsables de la política económica, lo que provocó una caída en los mercados brasileños.
Campos Neto, quien estará al frente del banco central hasta diciembre de 2024, destacó que la dinámica positiva que se observa en el margen para la inflación brasileña debe confirmarse y dependerá de la definición del ancla fiscal del país en el futuro.
La reacción negativa a los comentarios de Lula es el ejemplo más reciente de inversionistas que dan una respuesta inmediata y contundente a las propuestas económicas de nuevos gobiernos, en medio de un contexto mundial desafiante de alta inflación, crecimiento débil y poco apetito por el riesgo.
En Gran Bretaña, por ejemplo, la ex primera ministra Liz Truss renunció después de que los mercados rechazaran sus planes de importantes recortes de impuestos.
“No sé si hubo un momento Liz Truss para Brasil (ayer), pero fue una clara demostración de la sensibilidad de los mercados con el tema fiscal”, dijo Campos Neto.
Añadió que la autonomía del banco central pasaría “una prueba importante”, pero creía en la continuidad de ese estatus bajo la futura administración de Lula. Campos Neto también enfatizó que las autoridades del organismo rector están abiertas a participar en el gobierno de transición.
La moneda brasileña y el índice bursátil de referencia, el Bovespa, subieron la semana pasada tras la victoria electoral de Lula, al disiparse los temores de volatilidad política en la mayor economía de América Latina.
Pero los recientes comentarios del presidente electo, en los que ha dicho que pretende dar prioridad al gasto social por encima de las preocupaciones del mercado, junto con la falta de claridad sobre sus principales nombramientos ministeriales, han llevado a una dura reevaluación de su futuro Gobierno.
Los inversores han dicho que quieren que Lula restablezca reglas firmes para las finanzas públicas después de los grandes desembolsos del actual presidente Jair Bolsonaro durante la pandemia y la temporada electoral.
El real y el índice Bovespa cayeron más de un 3% y 4%, respectivamente, el jueves, después de los dichos de Lula.
(Con información de Reuters)
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