Las primeras horas de las elecciones municipales en Nicaragua se desarrollaron este domingo sin incidencias, según las autoridades, y también en medio de una polémica entre el régimen y la oposición sobre la afluencia a las urnas.
“Hemos visto la afluencia en todos los centros de votación y esperamos que así continúe en esta jornada cívica, en estas elecciones soberanas municipales”, dijo la presidenta del Consejo Supremo Electoral (CSE), Brenda Rocha, tras depositar su voto en Managua.
La opositora Unidad Nacional Azul y Blanco divulgó por su parte fotografías de diversos centros de votación en distintas ciudades, en las que observaron escasas personas, con la leyenda: “Centros vacíos”.
En las últimas semanas, la Unidad había llamado a los nicaragüenses a que se abstuvieran de votar, con el argumento de que las elecciones son “una farsa”.
Por su parte, el observatorio de incidencia política Urnas Abiertas, compuesto por un grupo de expertos multidisciplinario y voluntarios, reportó que el partido de Gobierno, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), solicitó a sus militantes reportar su voto a través de una fotografía para confirmar su participación.
En las redes sociales pudo observarse fotografías de nicaragüenses que alzaban el dedo pulgar de una de sus manos manchado con tinta indeleble, que se aplica tras votar, y la otra mostrando su cédula de identidad, entre estos los ex campeones mundiales de boxeo Ricardo Mayorga y Félix Alvarado.
También fue divulgada una fotografía de policías que mostraban su dedo manchado mientras portaban fusiles de guerra, supuestamente en el interior de un centro de votación.
Urnas Abiertas calificó la escena de los policías como “una clara violación a la Ley Electoral, que prohíbe ‘entrar armado al local de las votaciones’”, unos reportes que “han sido recibido desde diferentes puntos del país”.
El observatorio también informó que “en su afán de llenar las urnas, el FSLN usa vehículos del Estado para trasladar votantes a los centros de votación”.
En el momento en que las 7.931 Juntas Receptoras de Votos (JRV) fueron abiertas se observó una menor cantidad de votantes en relación con elecciones municipales anteriores, una escena que se mantuvo inalterable antes del mediodía de este domingo, según pudo constatar la agencia EFE.
Tanto el jefe del Ejército de Nicaragua, Julio César Avilés, como su par de la Policía Nacional y consuegro del dictador Daniel Ortega, Francisco Díaz, coincidieron en que el proceso se realiza sin incidencias.
Un total de 3.722.884 nicaragüenses mayores de 16 años, de una población de 6,6 millones, fueron convocados a votar, para elegir a los alcaldes, vicealcaldes y concejales de los 153 municipios de Nicaragua, según datos del CSE, que dio de baja a 755.450 electores en un año sin explicar los motivos.
En las elecciones generales de noviembre de 2022, en las que Ortega fue reelegido, la abstención alcanzó el 81,5%, según Urnas Abiertas, no obstante, el CSE, controlado por el oficialismo, la ubicó en 34,74 %.
El viernes pasado la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) advirtió que no están dadas las condiciones para la celebración de elecciones municipales “libres y justas” en Nicaragua. Los comicios se celebrarán “en un contexto de represión contra la oposición política, con medidas destinas a impedir su participación y la ausencia de reformas para la reestructuración del Consejo Supremo Electoral (CSE) y la Ley Electoral”, afirmó el organismo en un comunicado.
La comisión lamentó “la falta de condiciones mínimas necesarias para la realización de elecciones libres, justas y competitivas, la comprobada ausencia de un sistema electoral independiente y la continuación de violaciones a los derechos humanos” contra los opositores al régimen de Ortega.
Más de 200 opositores están presos en Nicaragua desde las manifestaciones de 2018, que el régimen de Ortega, un ex guerrillero en el poder desde 2007, vinculó con un supuesto fallido golpe de Estado promovido por Washington.
Con información de EFE
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