Polémica existe en Chile entre el oficialismo y la oposición por la elección del nuevo líder de la Cámara Baja.
Los desacuerdos entre ambos sectores surgieron después que en marzo pasado se firmara un acuerdo administrativo para que en noviembre se diera la elección de una nueva mesa, la que estaría liderada por la diputada comunista Karol Cariola.
Esta sería la primera comunista en asumir el liderazgo de la Cámara Baja, lo que no gustó en algunos sectores de Chile, y mucho más tras la derrota del Apruebo en el plebiscito del 4 de septiembre.
Cariola fue un rostro visible de la campaña del Apruebo en el plebiscito que dio como ganador al Rechazo. También preside la Comisión de Constitución en donde sus detractores la acusaron de “dilatar” proyectos como el quinto retiro de fondo de pensiones.
La diputada proviene de la generación política-universitaria que movilizó al sector estudiantil el 2011, junto a otros personeros como la actual ministra Vocera de Gobierno, Camila Vallejo, o el propio presidente de Chile, Gabriel Boric.
El acuerdo de marzo pasado fue firmado por los sectores del oficialismo, entre ellos, la Democracia Cristiana (DC) y el Partido de la Gente (PDG). No obstante, el PDG puso en duda la representatividad de Cariola tras la victoria del Rechazo constitucional. “Hemos visto cómo la contingencia de los últimos días ha mostrado una tendencia de nuestros militantes. Al interior del PDG tenemos que escuchar voces de quienes nos sostienen”, dijo el diputado Víctor Pino.
Diputados de la DC ratificaron a fines de octubre que no votarían por Cariola al responsabilizar al sector comunista de ser parte de una querella contra el exdirector del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), Sergio Micco, algo que fue negado por el Partido Comunista.
Todo esto obligó a que el PC bajara la candidatura de Cariola y manifestara que “no están las condiciones” y que se ha “se ha impuesto en los hechos, con diversos argumentos, un veto a nuestro partido”.
Qué viene
Para el renunciado presidente de la Cámara Baja, Raúl Soto, hoy no se descarta un acuerdo con la centroderecha para presidir la mesa.
“Se ha incumplido un acuerdo administrativo, por lo tanto, las condiciones pactadas ya no existen”, dijo Soto, quien agregó que ”puede haber cambios o ajustes dentro del mismo espacio político del acuerdo administrativo político, con algunos cambios o enroques, otras personas”.
Por esto es que Soto no ve con malos ojos un eventual acuerdo con la centroderecha. “Personalmente, veo con buenos ojos la posibilidad de que se genere un equilibrio, incluso con la oposición, entre la centroizquierda y centroderecha, un símil al Senado, generando condiciones de diálogo positivas para los debates que se vienen”.
Esto tendría el objetivo de “asegurar la estabilidad y gobernabilidad de la Cámara. La conducción debe ser seria y asegurar ecuanimidad, evitando una crisis institucional”. Se espera que el 7 de noviembre se establezca una nueva mesa directiva en la Cámara.
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