El embajador de Alemania en Brasilia, Heiko Thoms, expresó su repudio este jueves hacia los saludos nazis por parte de los manifestantes de ultraderecha en las últimas horas.
Las imágenes comenzaron a circular por las redes sociales y muestran a un grupo de personas en Santa Catarina vistiendo remeras verdes y amarillas junto con la bandera de Brasil y haciendo el saludo nazi. El hecho tuvo lugar en medio de los cortes de carreteras y concentraciones que los seguidores del presidente Jair Bolsonaro han desplegado en todo el país el pasado lunes por la madrugada, reclamando por un nuevo escrutinio tras los comicios que dieron ganador a Luiz Inácio Lula da Silva.
“El uso de símbolos nazis y fascistas por parte de ‘manifestantes’ claramente de extrema derecha es profundamente impactante. La apología del nazismo es un crímen”, condenó en un mensaje en su cuenta de Twitter.
A su vez, el funcionario explicó que estas acciones no constituyen una cuestión de “libertad de expresión” sino que se trata de un “ataque a la democracia y al Estado de derecho en Brasil”.
“Este gesto desprecia la memoria de las víctimas del nazismo y los horrores causados”, agregó.
A pesar de que Thoms no hizo mención explícita a las imágenes de las concentraciones de ultraderecha, sus declaraciones se dieron luego de conocerse los hechos en los que, a su vez, los manifestantes pedían por la intervención de las fuerzas militares para evitar la “vuelta del comunismo”.
“Fuerzas armadas salven a Brasil” y “El pueblo, unido, jamás será vencido” fueron algunas de las frases coreadas por las multitudes agrupadas frente al Comando Militar del Este en Río de Janeiro -uno de los ocho cuarteles generales regionales del ejército-.
Por su parte, tras sucederse estos hechos, el presidente de la Asociación Brasileña de Estudios de Defensa remarcó que “en una democracia las fuerzas armadas no tienen voz en el proceso electoral”.
Desde la noche del domingo, Brasil vive días convulsionados con manifestaciones en sus calles. Estas situaciones se vieron intensificadas con el prolongado silencio de Bolsonaro, quien se mantuvo alejado de la esfera pública hasta el martes por la tarde, cuando reapareció ante los medios para emitir una breve alocución.
En su discurso, el mandatario no reconoció su derrota ni felicitó a su oponente por la victoria. Sin embargo, su jefe de Gabinete Ciro Nogueira aclaró tras su aparición que había autorizado el inicio del proceso de traspaso de mando con el nuevo gabinete.
En ese sentido, este jueves tuvieron lugar en Brasilia las primeras reuniones de ambos equipos, que ya se encuentran coordinando la transición -con el vicepresidente electo Geraldo Alckmin y funcionarios cercanos a la cabeza de ello-.
Entre otras cuestiones, los líderes del Partido de los Trabajadores (PT) ya están negociando el proyecto de ley de presupuesto para el 2023 así como medidas excepcionales en lo que respecta al dinero destinado para asistencias sociales (Bolsa Familia) -uno de los programa estrella de Lula durante sus pasadas gestiones y de sus principales promesas de campaña-.
(Con información de Europa Press)
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