El recién posesionado ministro de Energía y Minas de Ecuador, Fernando Santos Alvite, se ha pronunciado sobre la corrupción dentro de la petrolera estatal Petroecuador y se ha referido a Nilsen Arias, el ex funcionario del gobierno de Rafael Correa que es investigado en Estados Unidos por lavado de activos y que habría usado su puesto en Petroecuador para favorecer a empresas extranjeras a cambio de USD 18 millones en sobornos.
Santos Alvite tiene 50 años de experiencia en la industria petrolera, según resaltó en su discurso de posesión. De acuerdo con el nuevo ministro, antes la producción de petróleo en Ecuador era atrasada, pero esto cambió y, a pesar de la modernización en el sector, esto “también ha traído el flagelo, el cáncer de la corrupción al país”, aseguró.
Al referirse a Nilsen Arias, cuyos abogados han asegurado que está colaborando con la justicia estadounidense, Santos Alvite señaló que el ex gerente de comercio internacional de Petroecuador durante gran parte del correísmo “va a hacer terribles pero necesarias revelaciones”.
En una entrevista con el medio Primicias, el nuevo ministro también dijo que “nos vamos a sorprender cuando Nilsen Arias, que enfrenta a la justicia estadounidense, empiece a cantar”. Además, agregó que Arias “es un pez gordo. Lo que diga será un baño de verdad”.
El ministro Santos reconoció que Petroecuador ha llegado a un “nivel inconmensurable de corrupción” y que los contratos de la empresa están corrompidos: “La inmensa mayoría de contrataciones en Petroecuador tiene un grado de corrupción. Cuando no gana la compañía que la burocracia quiere, declaran desierto el concurso, o manipulan los procesos”.
Esto sucedería, según el secretario de Estado, porque ni el Gobierno ni la sociedad civil tienen control sobre Petroecuador. Para Santos, Petroecuador es “literalmente un Estado dentro del Estado, un feudo de la burocracia”. Además, reconoció que “no hay contabilidad ni auditoría”. Incluso se refirió a la exigencia que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha requerido de Ecuador sobre “regularizar las cuentas de Petroecuador, porque parte de los préstamos que otorga al país van a la empresa pública y se pierden en ineficiencia y corrupción. Si no hay contabilidad clara, no habrá entrega de recursos”, dijo al medio ecuatoriano.
Santos reveló que en la empresa petrolera “muchos documentos son mutilados, alterados, falsificados” y que “los gerentes de las empresas públicas eran reyezuelos, que usaban el dinero a su antojo”.
El caso de Nilsen Arias repercute en Ecuador
La mañana de este 1 de noviembre, la Fiscalía General del Estado realizó allanamientos relacionados a la corrupción en Petroecuador. Los operativos fueron simultáneos y se realizaron en varias ciudades del Ecuador.
Como resultado las autoridades detuvieron a siete personas, entre ellas cinco ex funcionarios de Petroecuador, del Ministerio de Finanzas y de otras instituciones, que estarían vinculados a supuestos actos de corrupción para la adjudicación de contratos con la petrolera estatal. Estas detenciones están relacionadas con la trama de sobornos liderada por Nilsen Arias, que ocupó el cargo de gerente de comercio internacional de Petroecuador entre 2010 y 2017, es decir siete de 10 años del gobierno de Rafael Correa.
El legislador Fernando Villavicencio publicó en su cuenta de Twitter que entre los detenidos en los operativos de la Fiscalía de Ecuador por el caso Petrochina, “consta el segundo personaje importante luego de Nilsen Arias, William Vásconez, exsubsecretario de Crédito Público, quien lideró las negociaciones de endeudamiento (con China) junto a (Jorge) Glas y Hogan Lovells”.
El caso Petrochina se refiere a la deuda que adquirió Ecuador con China durante el gobierno de Rafael Correa y por la que el Estado debe pagar al gigante asiático con barriles de petróleo. Esta sería una trama internacional de intermediación comercial y financiera con el petróleo ecuatoriano, según la ha calificado Villavicencio.
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