Guillermo Lasso declaró este martes el estado de excepción en dos provincias costeras de Ecuador en las que una oleada de violencia de bandas de narcotraficantes dejó horas antes al menos cinco policías muertos.
“Estoy declarando el estado de excepción en las provincias de Guayas y Esmeraldas y el toque de queda a partir de las nueve de la noche (02H00 GMT)”, expresó el mandatario en una alocución transmitida por radio y televisión.
El anuncio tiene lugar después de que esta madrugada se registraran atentados criminales con explosivos en Guayaquil y Esmeraldas, dos de las ciudades más violentas del país, en medio de la batalla que libran las bandas criminales de Los Lobos y Los Tiguerones contra las fuerzas de seguridad para evitar traslados de sus miembros presos.
Esta serie de atentados se dieron un día después del hallazgo de dos cuerpos decapitados colgados de un puente peatonal de Esmeraldas.
“Lo sucedido entre la noche de ayer y el día de hoy en Guayaquil y Esmeraldas muestra claramente los límites que la delincuencia organizada transnacional, a la que estamos combatiendo, está dispuesta a traspasar. Estos actos de sabotaje y terrorismo son una declaratoria de guerra abierta contra el estado de derecho, el gobierno, y contra todos ustedes, los ciudadanos”, indicó el presidente ecuatoriano.
Según apuntó, la “narcodelincuencia manifiesta con violencia” su malestar con el Gobierno: “Se están quedando sin amigos ni palancas, y pretenden sembrar miedo. No les tenemos miedo”.
El jefe de Estado comentó que desde la madrugada las fuerzas armadas, junto con la policía, desplegaron un amplio operativo “para ordenar las cárceles”, que incluyó la intervención de la penitenciaría del Litoral, donde se incautaron armas, municiones, explosivos y sistemas ilegales de comunicación.
“Luchamos contra los privilegios y beneficios de los delincuentes. Se busca acabar con esa condición de cuarteles generales del crimen en los sitios de reclusión de Esmeraldas y Guayaquil”, afirmó Lasso.
Pese a los esfuerzos de las últimas horas, el mandatario aseguró que las fuerzas del orden van a intensificar los operativos para garantizar la seguridad de los ciudadanos de Guayas y Esmeraldas. “Cuidado con apelar a los derechos humanos para solapar la delincuencia, porque primero están los derechos humanos de los 18 millones de ecuatorianos, que quieren dormir en paz, salir y volver a casa tranquilos”.
“Como su presidente, junto al equipo de defensa y seguridad, vamos a enfrentar con determinación estas amenazas. Este es el momento de unirnos todos contra las mafias. Querían respuestas, respuestas tendrán”, concluyó.
Un grupo de reclusos de la cárcel El Rodeo, de la ciudad ecuatoriana de Portoviejo, amenazó con un nuevo motín y rechazó el traslado a esa prisión de otros reos peligrosos desde la Penitenciaría de Guayaquil.
El grupo de prisioneros de El Rodeo, a través de un portavoz que lució su cara cubierta, advirtió en un video en redes sociales de una “guerra” si las autoridades penitenciarias y del Gobierno continúan con su política de traslado de presos considerados peligrosos.
El Servicio Nacional de Atención Integral (SNAI) a Personas Privadas de la Libertad (PPL) había informado horas antes del traslado de reclusos de la cárcel Guayas Número 1, conocida como la Penitenciaría de Guayaquil (suroeste), para permitir la reparación de ciertos pabellones de dicho centro.
Sin dar más detalles, el SNAI también informó que ocho guardias penitenciarios habían sido retenidos por un grupo de reos de la cárcel de Esmeraldas, en la provincia del mismo nombre (noroeste), aunque en la tarde se confirmó su liberación.
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