La Conferencia Episcopal Ecuatoriana que actuó como mediador de la firma del acuerdo entre el gobierno de Guillermo Lasso y el movimiento indígena para poner fin a las protestas de junio de 2022, y que acompañó en la instalación de las mesas de diálogo para atender las solicitudes de las organizaciones sociales, anunció que no participará más en este proceso e hizo un llamado a las partes para continuar con el diálogo en la etapa de seguimiento.
La siguiente fase, luego de los acuerdos a los que llegaron las mesas de trabajo que se reunieron por 90 días, es el seguimiento sobre el cumplimiento de los mismos. Una comisión integrada por cuatro representantes del gobierno y dos delegados de cada organización indígena y social serán los encargados de definir la metodología para el seguimiento, los relatores, correlatores, el cronograma y las hojas de ruta para la ejecución de los proyectos y programas de los acuerdos.
Las actas de acuerdos, desacuerdos y temas pendientes firmadas en las diez mesas técnicas serán los documentos que servirán para la evaluación de cumplimiento.
“Hasta aquí llegó nuestro trabajo”, dijo monseñor Luis Cabrera, presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana. Según el clérigo, la actuación de la iglesia católica como garante del diálogo culminó el pasado 14 de octubre, cuando las mesas técnicas terminaron sus reuniones.
El anuncio de Cabrera impulsó una petición de parte del movimiento indígena para que la iglesia no se separe del proceso, pero este no tuvo una respuesta favorable: “Desde los movimientos indígenas vino un pedido para que continuáramos como mediadores, pero nuestra respuesta ha sido categórica que no podemos seguir y la razón es muy simple: son temas de carácter técnico, financiero, que van más allá de nuestras posibilidades. Hemos sugerido que la academia, las universidades, que sí cuentan con gente entrenada para eso, podrían ser quienes acompañen el proceso de ejecución de los acuerdos. Esa es la posición a la que hemos llegado”, explicó Cabrera a El Universo.
De acuerdo con el clérigo, el trabajo de la iglesia fue de facilitar el diálogo, “de que se encuentren, conversen y lleguen a acuerdos y es lo que hemos hecho. Esto ha sido todo un aprendizaje porque no hemos impuesto absolutamente nada, sino que han sido las partes las que han ido elaborando las metodologías”.
Un nuevo paro a pesar de los acuerdos
Gary Espinoza, presidente de la Confederación Nacional de Organizaciones Campesinas, Indígenas y Negras (Fenocin), se ha pronunciado sobre la posibilidad de realizar movilizaciones en tres provincias del litoral ecuatoriano.
El dirigente ha asegurado que Lasso no ha cumplido con el compromiso de disponer que la banca pública perdone las deudas de hasta USD 10.000: “Vemos que no hay la intención de cumplir”, dijo Espinoza, según recogió El Universo.
Para Cabrera es sorprendente que la Fenocin, a pesar de los acuerdos alcanzados y de los que formó parte, haya anunciado una movilización: “Nosotros no hemos podido hablar con ellos, pero sí nos gustaría saber cuáles son las motivaciones, porque si hay una motivación que dice que el Gobierno no ha cumplido con las promesas, para mí sería una manera exagerada. Porque si la comisión encargada no se ha reunido, no ha elaborado un plan de ejecución, muy mal se podría buscar culpables”, señaló.
El diálogo es la única alternativa para que los 218 acuerdos alcanzados durante los últimos tres meses se mantengan, según monseñor Cabrera: “El diálogo es el camino, sensato, práctico y eso ahuyenta el fantasma de los paros y las amenazas… Que sabemos que eso al final no termina en nada. Este es un llamado a asumir con seriedad el diálogo, que es un arte que hay que aprender”, dijo el clérigo.
El sacerdote dijo que las organizaciones indígenas debían socializar los acuerdos con sus bases, pero que “si no ha habido ese diálogo, es responsabilidad de ellos. No pueden decir que presionados por las bases ahora van a tomar ese tipo de acciones que podrían poner en tela de duda el ‘qué pasó con los diálogos’. Si en las mesas decimos una cosa y a través de los medios de comunicación otra, entonces eso resta credibilidad a las personas”, según publicó el diario ecuatoriano.
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