Un pastor evangélico fue denunciado en Chile por no ayudar a un hombre que sufría de un accidente cardiovascular por creer que estaba endemoniado.
El caso ocurrió en la comuna de Quinta Normal, en Santiago de Chile, cuando Pedro Carvajal, guardia de una iglesia, sufrió la complicación de salud mientras realizaba sus labores. El pastor del recinto, al percatarse de este hecho, habría rezado por 7 horas antes de llevarlo a un hospital, según denunció la familia de la víctima.
Gissele Carvajal, hija del afectado, denunció este hecho en el matinal Contigo en la Mañana y manifestó que lo hizo porque quiere “desenmascarar a este tipo de personas. Estas personas pensaron que mi papá estaba endemoniado, que él había pecado, por eso no lo llevaron a urgencias”.
“Mi papá le decía que lo ayudara, pero este hombre le decía ‘Pedro, asómate un poco más para que me tiras las llaves’. Mi papá, como pudo, le pasó la llave para que abriera la puerta y lo pilló en mal estado. Él, en vez de llevarlo a un centro médico, lo llevó donde los pastores Alfredo Salinas y Pablo Salinas. A la casa de ellos”.
En ese lugar la víctima estuvo horas bajo rezos y después fue trasladado a otro recinto para que un religioso siguiera implorando por él. “Ahí lo mantienen desde las 9 de la mañana hasta las 2 de la tarde. Ahí lo trasladaron hasta otro pastor terapeuta”, y que el afectado “lo único que quería era que lo llevaran a un hospital, pero no podía expresarlo”.
Gissele aseguró que “ellos pensaron que mi padre estaba en pecado o que estaba endemoniado, por eso trataron de orar por él... Ellos querían orar porque pensaban que mi papá estaba endemoniado y que había cometido un pecado, porque mi papá, como muy creyente, yo creo que perdió la noción y pedía perdón al Señor”.
Sobre el estado de salud de la víctima, Gissele manifestó que tiene puesta su confianza en Dios para que su padre pueda sanar. Actualmente está de alta y con hospitalización domiciliaria.
“Confío en Dios y que se va a sanar. Yo le doy tantas gracias al Señor porque he visto casos así y por todas las horas que mi padre anduvo por todo Santiago, yo le doy gracias a Dios porque no se murió y no está en coma”.
Por último, la hija demostró su malestar y su rabia por la reacción de los pastores de la iglesia. “Tengo tanta pena y rabia porque por hombres así como ellos dejan a todo el mundo evangélico mal. No todos somos iguales a ellos, no todos pensamos igual que ellos... Hombres así no se merecen ser llamados pastores”.
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