Por quinto día consecutivo la próspera provincia de Santa Cruz y bastión opositor en el oriente de Bolivia mantenía el miércoles un paro por tiempo indefinido en reclamo de un censo que le permita mayor presupuesto y más escaños en el Legislativo.
Bandos a favor y en contra de la protesta se enfrentaron el miércoles con petardos y se lanzaron piedras en un populoso barrio de esa ciudad, que permanece casi paralizada. Avenidas y calles estaban bloqueadas, las clases fueron suspendidas, no había transporte y comercios y oficinas estaban cerrados. Decenas de camiones permanecen en las carreteras.
Al menos dos personas resultaron heridas en la refriega, según el reporte de los medios locales. Unos minutos después llegó la Policía que separó a ambos grupos con la utilización de gases lacrimógenos y una barrera de motocicletas, sin embargo, la tensión se prolongó por varias horas más.
La situación en esa ciudad de casi dos millones de habitantes parecía agravarse con un corte de rutas por parte de sindicatos afines al gobierno que rechazan el paro. “Estamos indignados con el Comité Cívico y el gobernador de Santa Cruz y ahora se va a paralizar todo”, sostuvo el dirigente campesino oficialista Franklin Vargas. Autoridades temen que el suministro de alimentos y combustibles merme en esa y otras ciudades.
El paro ha sido convocado por el poderoso Comité Cívico -que es contrario al gobierno del presidente Luis Arce- y por el gobernador opositor Luis Fernando Camacho, quien ha responsabilizado al mandatario por aplazar hasta 2024 el censo que debía realizarse en noviembre de este año.
Las autoridades afirman que “técnicamente” no es posible hacer el empadronamiento en 2023 como reclama Santa Cruz.
Según analistas un nuevo censo le daría a Santa Cruz mayor representación legislativa y le permitiría tener más peso en las decisiones políticas. El gobierno de Arce busca demorar el empadronamiento para que la nueva redistribución de escaños en el Poder Legislativo no merme su fuerza política en las elecciones presidenciales de 2025.
Arce ha convocado a alcaldes y gobernadores a una reunión de emergencia el viernes para que “todos juntos podamos tomar una decisión definitiva”, pero los organizadores de la protesta han dicho que la reunión debe ser en Santa Cruz el miércoles con mediación de la Iglesia católica, dijo Rómulo Calvo, presidente de los cívicos.
Otras regiones anunciaron su respaldo a la protesta en Santa Cruz. Para los dirigentes oficialistas el paro cruceño busca desestabilizar al gobierno.
Arce afronta crecientes problemas sociales y conflictos políticos agravados por el desempleo y el desabastecimiento. La fuerte polarización del país se mantiene latente desde la crisis política de 2019 cuando las elecciones de ese año fueron denunciadas de fraudulentas por la Organización de los Estados Americanos (OEA), lo que detonó un estallido social con 37 muertos que forzó la renuncia del entonces presidente Evo Morales, a lo que se suman fuertes disputas en el interior del oficialismo.
(Por Carlos Valdez - AP)
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