Un nuevo enfrentamiento dentro de la Penitenciaría del Litoral, ubicada en Guayaquil, dejó un preso muerto y dos heridos, según la información oficial. Este es un nuevo hecho violento que sucede a dos semanas de los últimos motines que dejaron 21 presos muertos y 66 heridos en dos cárceles distintas.
La Penitenciaría del Litoral es la cárcel más violenta del país y, cada vez que existe alguna alarma dentro del centro, se convierte en el punto de encuentro de decenas de familiares que esperan recibir noticias sobre el estado de sus parientes. La desesperación que viven las familias, agolpadas contra las vallas de seguridad afuera de la prisión, es una escena desgarradora y repetitiva desde que inició la crisis carcelaria, en febrero de 2021.
La tarde y noche del último lunes, los reos de los pabellones 7, a cargo de alias JR, uno de los cabecillas de la banda Los Choneros; y 9, controlado por Los Lobos, según la versión oficial.
Sin embargo, SOS Cárceles, una plataforma ciudadana que busca la garantía de los Derechos Humanos y entornos de paz en las cárceles del Ecuador, informó que Los Lobos reaccionaron ante los asesinatos de algunos de sus miembros y atacaron desde el pabellón 9, al pabellón 10 de los Chone Killers, aliados a los Fatales. Desde el asesinato del capo Leandro Norero, la alianza entre Los Lobos y los Chone Killers se habría disuelto. Según la organización ciudadana, los pabellones 1 y 7 “neutralizaron el ataque del 9 hasta que llegó la Policía”.
Los Chone Killers estuvieron involucrados en la anterior masacre en la Penitenciaría del Litoral en contra de Los Lobos.
Los Choneros, una de las pandillas más antiguas del Ecuador y que actúa desde los 90, tienen 12.000 miembros. En número de integrantes, Los Lobos son la segunda megabanda más grande del Ecuador. Se estima que 8.000 prisioneros se adhieren a la pandilla.
El drama de las familias
Las madres, hermanas, esposas y los padres, son los familiares que principalmente esperan por horas a las afueras de las prisiones para saber qué sucede con sus seres queridos. Ha sido reiterativo en las masacres carcelarias que la información oficial llega tarde y el silencio de las autoridades junto con los estallidos de las armas solo causan desesperación y miedo a las familias.
Este 24 de octubre, hubo familiares que esperaban poder ejecutar las boletas de excarcelación de sus parientes cuando inició el enfrentamiento. Un hombre declaró a El Universo: “Quiero que se cumpla de una vez. Mire cómo se dan estas cosas y mi familiar sigue allí”.
Sin embargo, las autoridades del Servicio de Atención Integral (SNAI), entidad encargada de las prisiones, dijeron a las familias que las boletas no se ejecutarán sino hasta este 25 de octubre. Los funcionarios del SNAI aseguraron a los familiares de los reos que estos han sido trasladados a otra sección de la cárcel y que están seguros.
Ya ha sucedido en otras masacres que algunos de los asesinados tenían boletas de excarcelación que no fueron ejecutadas diligentemente.
Por ejemplo, en noviembre de 2021, Erick Ortiz Segura, que estuvo detenido alrededor de un año en la Prisión Litoral fue asesinado en una de las masacres más sangrientas registradas en la Penitenciaría del Litoral. Una semana antes de la masacre, su madre inició con los preparativos para su liberación. Las autoridades firmaron su boleta de excarcelación un viernes, pero las autoridades no la procesaron. Ese día, Erick fue ejecutado.
La tarde del lunes, el SNAI informó que tres presos serían trasladados a un hospital para ser atendidos. Todos presentaban heridas por armas de fuego. Varias ambulancias ingresaron a la prisión y dos salieron con los tres heridos. Sin embargo, uno de ellos, identificado como Bryan N. que tenía una herida de bala en el tórax, murió de camino al hospital.
Hasta el momento la crisis carcelaria ha dejado alrededor de 400 reos asesinados en brutales masacres. El gobierno de Guillermo Lasso no ha logrado contener la violencia en las prisiones que también se refleja en las calles.
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