En medio del anuncio del gobierno ecuatoriano sobre la renegociación de los contratos petroleros con China, el legislador y presidente de la Comisión de Fiscalización del congreso, Fernando Villavicencio, denunció que los tres contratos de la renegociación de Ecuador y China no tienen la firma del representante ecuatoriano en los documentos originales.
El ex gerente de Comercio Internacional de Petroecuador, Pablo Noboa, que fue removido del cargo el pasado 12 de septiembre, debía suscribir los contratos, pero estos llegaron con la firma de los representantes de China el 16 de septiembre, cuatro días después de que Noboa haya sido cesado de sus funciones. Esta sería la razón por la que el proceso no pudo concretarse.
Villavicencio ha denunciado que Petroecuador, la petrolera estatal ecuatoriana, anunció que los contratos de renegociación estaban vigentes a pesar de que no fueron firmados por la parte ecuatoriana. Según recogió El Universo, que publicó la denuncia de Villavicencio, los contratos sin firma “involucran compromisos de petróleo por alrededor de 102,2 millones de barriles en 284 cargamentos en total”.
El legislador que se percató de la firma faltante en los contratos que ya están siendo ejecutados por Petroecuador aseguró a El Universo que “la urgencia del Gobierno por resolver el tema financiero le ha llevado a cometer irregularidades, pues se incumplieron procedimientos y se estaría poniendo en riesgo la propia vigencia del proceso de renegociación”.
El ex ministro de Energía, Fernando Santos, se pronunció sobre la denuncia de Villavicencio y dijo que el proceso incompleto de la suscripción de estos contratos con China pueden causar enormes perjuicios al país. Santos emplazó a las autoridades a que exista transparencia y que expliquen a la ciudadanía la situación real de la renegociación con China, según reportó El Universo.
La deuda de Ecuador con China
Ecuador mantiene una deuda de alrededor de USD 4.600 millones con los bancos chinos. De este valor, USD 400 millones son “deuda concesional” a muy bajo interés y muy largo plazo. Hasta mayo de 2020, la deuda con China equivalía al 79% de las obligaciones de Ecuador con otros países.
Sobre la deuda que mantiene el Ecuador con el país asiático se sabe que hay líneas de créditos cuyas tasas de interés alcanzan el 3%, pero otras superan el 7 por ciento.
Las líneas de crédito con China fueron la principal forma de financiamiento de Ecuador durante el gobierno de Rafael Correa, que gobernó el país durante 10 años, desde 2007. Según la comisión, entre 2009 y 2016, Ecuador recibió créditos por USD 18.470 millones. Los intereses superaban el 7%, sin incluir los costos financieros, estos porcentajes de interés superan a las utilizadas por las multilaterales de crédito, como el Fondo Monetario Internacional (FMI). Para pagar esos créditos, el país se comprometió, hasta 2024, a la entrega de 1.325 millones de barriles de crudo a las empresas asiáticas Petrochina International Company Limited, Unipec Asia Co Limited y PTT International Trading Pte. Ltd. “El volumen acordado da cuenta que se comprometió cinco veces más petróleo de lo requerido para cubrir la deuda”, se lee en el informe.
A la deuda ecuatoriana se suman las inversiones procedentes de países autoritarios que son calificadas como “capitales corrosivos”. Esto es lo que sucede con países como China y Rusia que prestan sus recursos a países con instituciones débiles. Así lo describe un reciente informe publicado por la Fundación Ciudadanía y Desarrollo que ha sido avalado por el Centro para el Emprendimiento Internacional para la Empresa (CIPE).
El CIPE definió al “capital corrosivo” como un capital que fluye desde países autoritarios a democracias nuevas o en vías de transición y que, particularmente, carece de transparencia, rendición de cuentas y funciona con la intención de incidir en la política doméstica de los países que lo reciben.
Este fenómeno sucede en Venezuela o Bolivia, a donde llegan fondos provenientes de Rusia, así como en Ecuador provienen de China. Los recursos llegan a través de distintas modalidades de inversión extranjera directa, préstamos relacionados con contratos con empresas del mismo país patrocinador caracterizados por altas tasas de interés y endeudamiento a corto plazo.
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