Nayib Bukele asumió su mandato en El Salvador y se propuso una serie de profundos cambios durante su gestión. Entre ellos, en un intento por enderezar la economía, lideró al país a ser el primero en darle curso legal a la criptomoneda a la par del dólar, en reemplazo de su propio medio de pago, el colón.
Sin embargo, a poco más de un año de esta implementación, los habitantes del país demostraron su descontento con la medida. Según un relevamiento realizado por la Universidad Centroamericana jesuita (UCA) el bitcoin es poco popular y no cumplió con las promesas planteadas en el inicio.
La encuesta realizada a 1.269 personas de todo el país entre el 9 y el 27 de septiembre arrojó que un 75,6% de los consultados no utilizó la criptomoneda durante 2022 y sólo el 24,4% lo hizo en transacciones.
A su vez, “aproximadamente 77 de cada 100 salvadoreños” consideran que el uso del bitcoin como moneda de curso legal “ha sido un fracaso” y, por tanto, fue “reprobado” con un puntaje de 4,61 sobre 10, indicó el estudio.
Según valoró el rector de la UCA, Andreu Oliva, el bitcoin “es la medida más impopular del gobierno de Nayib Bukele, la más criticada y la peor evaluada”.
A pesar de la gran disconformidad que hoy presenta en la población, la medida aplicada en 2021 buscaba “la inclusión financiera” y apuntaba a ser una manera de facilitar el envío de remesas a familiares en el extranjero. Sin embargo, al consultar a la gente sobre mejoras en su situación económica, el 77,2% aseguró no haber notado cambios, mientras que el 17,8% mencionó haber empeorado y solo el 3% señaló una mejoría. Por su parte, un 2% no contestó.
También, el presidente prometió en aquel entonces una gran atracción a la inversión extranjera, la generación de puestos de trabajo y aseguró que sería una manera de “empujar a la humanidad al menos un poco en la dirección correcta”. Su optimismo era tal que hasta imaginaba una “ciudad bitcoin”, un paraíso libre de impuestos, financiado mediante la emisión de 1.000 millones de dólares en bonos del Estado. El plan consistía en gastar la mitad de los ingresos de los bonos en la ciudad y, la otra mitad, destinarla a la compra de la criptomoneda.
La medida, aunque polémica, podría haber sido efectiva de no ser por una serie de acontecimientos que poco a poco fueron empeorando la situación económica y que hoy sitúan al país en un abismo financiero.
En primer lugar, al momento de su anuncio -en septiembre de 2021- el bitcoin cotizaba cerca de los 45.000 dólares y, apenas dos meses después, llegó a su techo de 68.000 dólares. Pero luego de ese pico, la criptomoneda entró en un invierno que hizo bajar su valor hasta los 20.000 dólares actuales.
Sin embargo, convencido en hacer que su idea funcione, Bukele entendió el desplome de su precio como una oportunidad para hacerse de más bitcoins y salir favorecido con su posterior remontada -que nunca ocurrió-. Así, en julio utilizó fondos del Estado para comprar 80 bitcoins a 19.000 dólares cada uno. De esta manera, el país acumula 2.381 unidades.
Por otro lado, tanto el Banco Mundial como el Fondo Monetario Internacional (FMI) han expresado en reiteradas ocasiones su desapruebo sobre el uso de la criptodivisa por su alta volatilidad e, inclusive, se ha estancado el envío de 1.4 mil millones de dólares del último al país. Inclusive, esta misma semana la delegación del Gobierno encabezada por el presidente del Banco Central de Reserva asistió a unas muy poco exitosas reuniones en Washington.
Por todo esto, 77 de cada 100 salvadoreños afirma que el presidente “no debe seguir gastando dinero público para continuar comprando bitcoin”.
Por último, en el marco del estado de excepción que rige en el país desde el pasado marzo -cuando Bukele declaró la “guerra” a las pandillas tras una escalada de violencia que derivó en 87 asesinatos en solo un fin de semana- la población se mostró a favor de la medida. El 75,9 % de los consultados aprobó el régimen; no obstante, esta cifra demuestra una reducción de nueve puntos porcentuales con respecto a mayo, cuando la medida obtuvo el 84,4 % del apoyo.
(Con información de AFP)
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