La Asamblea General de la ONU aprobó este miércoles una resolución que condena la “anexión ilegal” de Rusia sobre los cuatros territorios Ucranianos de Donetsk, Kherson, Lugansk y Zaporizhzhia.
La medida, que se convirtió en una nueva derrota para Moscú, obtuvo 143 votos a favor, cinco en contra -de Rusia, Bielorrusia, Corea del Norte, Nicaragua y Siria- y 35 abstenciones -de China, Bolivia, Argelia, Pakistán, Honduras y Malí, entre otros-.
Venezuela, un gran aliado de Putin, también se sumó a la lista de países que rechazaron la medida aunque su postura no fue de gran ayuda.
“Hacemos un llamado a los miembros responsables de la comunidad internacional a votar en contra de dicho texto. Nuestra organización, muy por el contrario, debe desempeñar el papel central que le corresponde en este momento histórico y decisivo para la preservación de la humanidad”, comenzó su alocución el representante del chavismo ante la ONU.
En oposición a lo que significa una nuevo golpe para el Kremlin, pidió por un “entorno constructivo y de buena fe, que propicie el diálogo, la negociación y el logro de una solución pacífica”.
La resolución titulada “Integridad territorial de Ucrania: defensa de los principios de la Carta de las Naciones Unidas” declaró como “ilícitos” los referéndums que Rusia llevó a cabo en las cuatro regiones entre el 23 y el 27 de septiembre pasados y agregó que “no tienen validez alguna ni sirven para modificar de ninguna manera el estatuto de esas regiones en Ucrania”.
Así, exhortó a los Estados, organizaciones internacionales y organismos especializados de la ONU a que “no reconozcan ninguna modificación del estatuto” de estas regiones y “exige” a Rusia que “revoque inmediata e incondicionalmente sus decisiones” ya que “constituyen una violación de la integridad territorial y la soberanía de Ucrania y son incompatibles con los principios de la Carta de las Naciones Unidas”.
Ante esto, el vocero expresó su desacuerdo con la decisión del Organismo y abogó por la “reducción de las tensiones y el cese de la propaganda de la guerra, así como el discurso de la intolerancia, guiado por las ideologías del odio”.
También, hizo hincapié en una resolución del conflicto “por medio de la vía diplomática, el diálogo y la contención, sin presiones ni sanciones”, lo que permitirá llevar el conflicto “hacia una fase más larga y difícil de resolver, que sólo prolongue la crisis en el tiempo y genere consecuencias que tardarán generaciones en ser superadas”.
Sin embargo, a pesar de su firme postura en contra, Venezuela no pudo emitir su voto y, así, apoyar a su par, Rusia: el régimen de Nicolás Maduro perdió su derecho a voto en el Organismo a raíz de una gran deuda.
El artículo 19 de la Carta de las Naciones Unidas establece una suspensión del voto en la Asamblea General a los países cuya mora en el pago de cuotas obligatorias para participar sea “igual o superior al total de las cuotas adeudadas por los dos años anteriores completos”.
En el caso de Venezuela, esta cifra asciende a 40 millones de dólares. A pesar de que forma parte de la lista de los morosos desde 2016, esta quinta vez representa la cifra más alta alcanzada hasta el momento.
En un primer momento, se trató tan solo de 3 millones de dólares. Al año siguiente, en 2017, el número ya rondaba los 24 millones y, en 2018, se elevó a los 25 millones de dólares.
Además de Venezuela, están en esta misma situación Irán, Sudán, Antigua y Barbuda, Congo, Guinea, Papúa Nueva Guinea y Vanuatu.
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