La Unión Eléctrica de Cuba (UNE) controlada por la dictadura castrista admitió que para el horario de mayor consumo de este sábado un déficit de energía cercano al 59% de la capacidad máxima de generación.
Esto puede representar otra jornada consecutiva con un déficit por encima del 50% y cortes en el suministro eléctrico en todo el país, según los cálculos de la compañía estatal,
La UNE prevé para el horario de mayor consumo en la tarde-noche de hoy una capacidad de generación de 2.013 megavatios (MW), una de demanda de 3.200 MW para un déficit de 1.187 MW.
Los apagones -por roturas y fallos en las anticuadas plantas termoeléctricas, la falta de combustible y los mantenimientos programados- son habituales desde hace varios meses en el país.
Eso significa que, como en los últimos meses, se volverán a producir prolongados cortes en el suministro eléctrico en todo el país, una situación que se ha agravado desde el paso del huracán Ian la semana pasada por el occidente de la isla.
De hecho, en la provincia Pinar del Río, la más afectada por Ian, el servicio eléctrico aún no alcanza el 30%, según informó este viernes la Presidencia de Cuba.
Los cubanos se empezaron a desesperar por los prolongados apagones que ponen en peligro los escasos alimentos que atesoran en sus congeladores y que también impiden el bombeo de agua desde las fuentes que abastecen a la capital.
“La gente se cansa”, dijo a la AFP la veterana opositora Martha Beatriz Roque. “Si no ponen la electricidad en todo el país” seguirán reclamando.
Cuba atraviesa una grave crisis desde hace dos años por la conjunción de la pandemia y los errores en la política económica y monetaria. En este tiempo se ha cronificado la escasez de alimentos y medicinas, se han multiplicado las colas, se ha hundido el valor del peso -de 24 por un dólar hasta rozar los 200 en el mercado informal- y se ha disparado la inflación.
Los cortes eléctricos se han hecho frecuentes. Entre julio y septiembre solo hubo dos días sin cortes en algún punto del país. En ciertas localidades alcanzan las doce horas diarias consecutivas. La falta de electricidad afecta todos los ámbitos de la economía y de forma notable la vida diaria de los cubanos, lo que está azuzando el descontento social en un país que atraviesa una severa crisis desde hace dos años.
Es que el sistema energético cubano estaba en crisis antes de Ian. Con 11,2 millones de habitantes y 15 provincias, Cuba está unificada en un solo sistema eléctrico, al cual aportan ocho grandes termoeléctricas, generadores electrógenos y en menor medida unidades de energía solar y eólica. Siete de las ocho plantas terrestres (hay rentadas otras seis flotantes) tienen más de 40 años, cuando su vida estimada es de 30. Las centrales y la red sufren además un prolongado déficit de inversiones y mantenimiento.
Las protestas han crecido de forma paralela a los apagones. En los últimos tres meses se han registrado varias decenas, también Santiago de Cuba (este) y La Habana, según un recuento del medio independiente proroyecto Inventario. Entre ellas destacaron los dos días de manifestaciones en Nuevitas (este).
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