Un nuevo ataque a un cuartel militar se registró en Chile por parte de estudiantes secundarios que participaban de una manifestación lo que ha despertado la preocupación de las autoridades de gobierno por la seguidilla de estas acciones.
Los protestas están ocurriendo en la ciudad de Santiago y han afectado a la División de Ingenieros del Ejército de Chile. Este lugar se encuentra en las cercanías del Instituto Barros Arana (INBA), uno de los colegios más emblemáticos e históricos pero que a diario es utilizado por encapuchados para generar disturbios.
En uno de los últimos ataques registrados, los manifestantes lanzaron bombas molotov pero sin provocar quemaduras al personal o a la estructura del lugar. Sin embargo, detrás de esto se esconde una realidad que se arrastra desde principios de año y que ha preocupado a la autoridades.
El recinto militar ha sufrido alrededor de 69 ataques desde que el colegio inició sus clases en marzo pasado. De estas 69 agresiones, 32 han concluido en denuncias mientras que 10 militares han terminado lesionados por lanzamiento de piedras u otros objetos. La violencia en contra de los cuarteles se hizo pan de cada día en el inicio de las masivas manifestaciones que afectaron a Chile en octubre del 2019. La regularidad fue tal que en ese entonces se advirtió que si era necesario se recurriría al uso de la legítima defensa.
Desde el gobierno se vive esta situación con preocupación. Para la ministra de Defensa, Maya Fernández, “en una convivencia no deberían ocurrir jamás estos hechos, me parece inaceptable” para agregar que “tenemos que estar acá, la conversación creo que es importante, los protocolos, hemos conversado con el general de tener protocolos existentes, pero sobre todo trabajar para que estos hechos no ocurran”.
En el ministerio del Interior de Chile también hubo reacciones sobre esta seguidilla de ataques. Al respecto el subsecretario de esta cartera, Manuel Monsalve, dijo que las acciones judiciales que se han presentado buscan “poder identificar a los responsables. Nos parece de enorme gravedad que se produzcan ataques a recintos militares, es algo que no debe ocurrir, que debe ser investigado y cuyos responsables puedan ser identificados y sancionados”.
Por último, este jueves se ha registrado el tercer ataque consecutivo de esta semana a la División de Ingenieros, lo que ha provocado la reacción policial para dispersar a los manifestantes.
Reacción militar
El general Jean Pierre Irribarra que está a cargo de esta unidad dijo a diario La Tercera que no existirían motivos para la realización de estos ataques, y que su “sensación, principalmente, está dada por la frustración, porque no existen motivos justificables para que seamos atacados. Además, dada la larga data de convivencia y de vecindad que va más allá de 1960 -que es de cuando esta unidad está en este lugar-, esta relación entre el Internado y el Comando de Ingenieros ha sido muy estrecha, muy fructífera. Esta situación nos complica, nos tiene sorprendidos y la lamentamos mucho”.
La autoridad militar sostuvo que desde el 2019 existieron “ciertos ataques” pero que desde el 2022 todo se ha multiplicado. “En 2019 existieron ciertos ataques, como a otras unidades militares, pero durante el 2020 y 2021, en razón de la pandemia, esto no ocurrió. Yo estoy al mando de esta unidad desde febrero del año pasado y esto ocurre a partir de este año, a partir de marzo, con el inicio de las clases presenciales”, comentó.
Sobre la posibilidad de defenderse con armas de fuego, el general destacó que “no, a menos que seamos atacados con armas de fuego, ahí por supuesto que tendríamos que hacerlo, pero en este caso no aplica. Nuestro actuar es solicitar apoyo a Carabineros y repeler con personal sin armamento y, a través del agua y gases mantener a distancia a los manifestantes, en espera al actuar de la policía”.
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